Córdoba

Seguimos recorriendo las ciudades patrimonio de España gracias a #ContarMiCiudad, esta vez desde Boston de la mano de Gonzalo Soria, que ha querido recordar su queridísima Córdoba, después de marcharse a estudiar la carrera hace ya casi 5 años a la Universidad de Massachusetts.  Acompáñanos en esta visita por Córdoba y sigue los consejos de Gonzalo:

 “No sé ni por dónde empezar, la verdad.  De primeras puede parecer muy fácil decir que es la mejor ciudad del mundo pues es la ciudad de España con más títulos de Patrimonio de la Humanidad.

Córdoba fue capital de Al Ándalus y fue el centro del dominio árabe en España hasta la reconquista, que además llegó por una guerra ‘civil’ entre los propios árabes y que luego aprovecharon los cristianos.

Por supuesto que recomiendo a todo el mundo ir a la mezquita, que por cierto es la única que no está orientada a la meca, la cual es especialmente bonita por la noche. Pero para conocer Córdoba de verdad hay que ir a sitios más acogedores como la calleja de las flores, pasear por las calles de la judería, donde está también la que se supone que es la calle más estrecha de Europa: la calle del Pañuelo.

Además, a unos minutos del casco histórico se encuentra Medina Azahara, la ciudad iluminada construida en Córdoba y que solo se ha sacado un 12% del total y se puede ver ya como de importante fue.

En cuanto a la gastronomía, por supuesto que el sur es bien conocido por ella, pero cuando te comes un flamenquín del don papa del porte de tu brazo, pues créeme, gana mucho más. Al igual que un buen salmorejo bien rico con su huevo y su jamón… Indescriptible. Y cuando hablamos de comida, inevitablemente hay que acompañarlo por lo que te recomiendo tomarte una copa en la ribera del Guadalquivir al fresquito, o tomarte una cerveza en los distintos miradores de la ciudad.

También recomiendo un plan más romantico: los baños de popea  o a los baños árabes con tu pareja), caminar hasta las ermitas o reflexionar un poco sobre tu vida y disfrutar del camino y las vistas.

Pero sin duda, el culmen de Córdoba es el Mayo Cordobés. Este empieza con la cata de vinos que dura 3 días, seguido de las Cruces de Mayo, una fiesta en las principales calles y plazas de Córdoba se llenan cruces de tres metros, repletas y decoradas de flores, y decoradas de una forma tradicional que refleja los caracteres de la zona.

Después está la fiesta de los patios, celebrada entre la segunda y la tercera semana de mayo, en la que los participantes abren sus patios, para que la gente los pueda visitar de forma gratuita.

Finalmente, el Mayo Cordobés culmina con la Feria de Córdoba. La Feria es para todos y para todas las edades, ya que además sus casetas son de acceso libre. Nuestra feria es inigualable, aún estando la de Sevilla, y no lo digo por ser Cordobés, de verdad. Pero es que mayos hay muchos, sí, pero como en Córdoba ninguno.”