A la hora de trasladarnos a otro país siempre nos asaltan las dudas de si nos sentiremos como en casa, de si será fácil acostumbrarnos a los cambios o de si simplemente todo será igual y esa ansia por algo exótico será sustituida por un poco más de lo mismo, pero en un lugar más lejano.

Para todos aquellos que planean o les gustaría vivir en Singapur y quieren tener una idea de cómo es esta ciudad para un español, aquí hay algunas notas de aspectos que, sin ninguna duda, sorprenderán:

• Singapur es una ciudad con una mezcla de culturas impresionante, por lo que una de las maneras que ha encontrado el país de que la convivencia funcione ha sido a través del uso de normas para todo, normas que puedes encontrar a lo largo y ancho de la ciudad en forma de señales, carteles, vídeos, etc.
• Está prohibido comer y beber en el metro pero, no contentos con indicarte que no puedes comer, hacen hincapié en lo importante que es que no comas durians, una fruta muy fácil de encontrar aquí en Asia y que huele muy, muy mal.
• Otra cosa que está prohibido hacer y que acabaría con el principal pasatiempo de muchos ancianos en España es dar de comer a las palomas. Es un animal sucio que no le interesa a la ciudad así que, por favor, no las alimentes.
• Es muy raro encontrar a gente paseando y fumando por la calle a la vez. No porque el tabaco sea caro -que también- sino porque no puede tirarse la ceniza en la calle. Es por eso que todas las papeleras tienen ceniceros en la parte superior y la gente fuma pegada a ellas.
• En Singapur hay tantas comunidades de expatriados y tan grandes que es facilísimo encontrar comida de cualquier parte del mundo, que además sabe como si la estuvieras comiendo en el mismo país que le dio la fama. Un plato tailandés puede saber prácticamente igual que si lo estuvieras comiendo en el mismísimo Bangkok.
• Cuanto más te alejas del centro más altos son los edificios (sí, más aún) porque  es ahí donde se encuentran las nuevas construcciones y cada vez es más necesario meter a más gente en menos espacio, ya que Singapur es uno de los países con mayor densidad de población. La media está en las 50 plantas, mirar hacia arriba impresiona.
• Algunas calles peatonales del centro de la ciudad están cubiertas. Resulta un poco artificial pero útil cuando en el techo encuentras grandes ventiladores que te refrescan mientras paseas.

Singapur es un país que no deja indiferente, y desde luego este artículo apenas refleja un pequeño porcentaje de todo lo que este maravilloso, limpio y futurista lugar tiene por ofrecer.