Brasil es conocido por la samba, el carnaval y el fútbol. Los españoles, encantados por estas fiestas, ocupan la novena posición entre los extranjeros que más visitan el país. Sin embargo, Brasil también es la mayor economía de América Latina lo que lo convierte en un centro de oportunidad laboral. Si te planteas cruzar el Atlántico para encontrar trabajo, debes conseguir unos documentos básicos.

Antes de salir de España, prepara el pasaporte,  el billete de avión (ida y vuelta), la libreta de vacunación y una prueba de que puedes subsistir en el país. Esa prueba puede ser desde un extracto de tu cuenta bancaria hasta dinero en efectivo. Deberás entregar todos estos documentos en el aeropuerto antes de entrar en Brasil.  Así obtendrás un visado de turista que te permitirá permanecer en Brasil durante 90 días, prorrogables por 90 más.

En relación a las vacunas, solo eres obligado a inmunizarte contra la fiebre amarilla. Sin embargo, esto no será necesario si te diriges a las ciudades de Fortaleza, Recife, Río de Janeiro, Salvador y São Paulo, o sea, a las zonas más urbanizadas. También es recomendable vacunarse contra la hepatitis A y la hepatitis B, especialmente si no has pasado la enfermedad, y también debes tener actualizada la inmunización frente al tétanos-difteria.

Una vez en Brasil, puedes comenzar a buscar trabajo. Algunas páginas web como Catho o empregos.com.br te serán de gran ayuda. Pero no olvides que dentro del país tendrás que obtener algunos documentos para comenzar tu vida laboral. El más importante de todos es el Registro Nacional de Estrangeiros (RNE), o sea, tu documento de identidad brasilero. Para ello, tienes que registrarte en la Polícia Federal en un plazo máximo de 30 días.

Por último, hazte con el Cadastro Pessoa Física para estrangeiros (CPF). Este documento posibilita la vida tributaria del portador. Sin él, no podrás tener un número de móvil extranjero o abrirte una cuenta bancaria. También te solicitarán el CPF si quieres alquilar una vivienda.
Ahora, solo queda empezar a aprender portugués y acostumbrarse al “jeitinho brasileiro”. Bem-vindo!

Fuente Fotografía: Flickr/Mariana Tavares

Un artículo de Ana Abril para CEXT