Cuando se acerca la recta final de los estudios, empieza una etapa muy importante en nuestro desarrollo profesional. Evaluar y elegir el empleo que más se ajuste a nuestros intereses requiere bastante reflexión, puede ser incluso una experiencia estresante.

Los factores más importantes a tener en cuenta a la hora de decantarte por una determinada oferta son:

• Buen ambiente de trabajo en la empresa, donde puedas sentirte a gusto y existan oportunidades de desarrollo.
• Aspectos generales como son la ubicación, el horario, los beneficios económicos y la formación, entre otros.

Es obvio que cuanto más preparado estés y más completo sea tu currículum, mejores serán las opciones. Pero después de varios años de formación a muchos se nos plantea una disyuntiva: aceptar la primera oferta de trabajo que nos surja o recuperar fuerzas para el comienzo profesional con un viaje a otro país.

Lo mejor de todo es que no tienes por qué elegir, existen programas de prácticas en el extranjero que permitirán iniciar tu carrera en un nuevo entorno de trabajo y conocer otra cultura. De esta forma podrás aplicar los conocimientos aprendidos en los estudios, dando tus primeros pasos en el mundo laboral.

Otra posibilidad es optar por un trabajo temporal, que puede ser la opción perfecta para aprender alguna habilidad o conocimiento específico que todavía no posees. Es el momento de desarrollar facetas de tu formación que te interesen y hagan tu perfil profesional más completo.

En cualquier caso, es importante conocer y valorar todas las opciones que se nos presentan para elegir bien, puesto que aquello que elijamos determinará, en gran medida, nuestro futuro profesional.