Si resides en el extranjero y tienes la idea de regresar a España para emprender una aventura empresarial y, más en concreto, estás pensando en fundar una startup que base su negocio en Internet, quizá estos consejos te puedan ayudar. Seguramente te habrá pasado, como me sucedió a mí, que tienes una idea de negocio en la que crees firmemente, posibles compañeros de viaje y estés convencido de que tu tierra madre es el mejor lugar para regresar y reconstruir una nueva vida teniendo a tu proyecto como posible piedra angular de tu futuro. Yo he regresado tras una breve pero intensa experiencia viviendo en Londres con el objetivo de arrancar el proyecto de startup en el que estoy trabajando junto con otros futuros socios y, después de una primera experiencia emprendedora de seis años dirigiendo una empresa fundada en España desde la que editábamos la revista Babylon Magazine y gracias a los conocimientos adquiridos hasta ahora, espero que las sugerencias que lanzo te sirvan de alguna ayuda. Muchas veces nuestra pasión y el convencimiento total de que va a salir todo bien nos ciega y quizá por ello sea conveniente informarse bien y estar preparado para lo que supone ser emprendedor; que no es otra cosa que una carrera de fondo llena de obstáculos y de subidones y de bajones de autoestima, de esperanza y de escepticismo.

1. ¿Es realmente tan buena mi idea de negocio como para volver? Uno de los errores más frecuentes a la hora de poner en marcha un negocio es no probar tu idea antes de empezar a invertir un minuto de trabajo en tu futura startup. Para estar más seguro de que el proyecto que tienes en mente funcione, puedes seguir los métodos de Lean Startup que están tan de moda entre emprendedores de todo el mundo. Poniendo en marcha el método de emprender ligero, puedes empezar por comentar tu idea con familiares, amigos, conocidos y tener su primer feedback, así como es aconsejable hacer un primer estudio de mercado para ver las posibilidades de negocio y de si tu futura startup puede generar el valor suficiente como para que tengas clientes. Estando en el extranjero, dedícale todo el tiempo que puedas a analizar los resultados del feedback y empieza a reflexionar y a sacar conclusiones sobre los mismos para estar realmente convencido de que tu idea vale tanto la pena como para volver a casa y arrancar una empresa.

2. Piensa en tus posibles socios y en el equipo ideal. Puede que estés pensando en montar la startup tú solo y en pedir ayuda y colaboración a algunos de tus amigos o conocidos porque la tecnología e Internet te permiten emprender ligero de equipaje. Pero, si no es así y crees que necesitas socios que te acompañen en tu viaje, antes de regresar a España piensa en quiénes serían tus socios ideales y cómo y por qué crees que les convencerías para fundar contigo la empresa que tienes en la cabeza. Es muy importante saber si necesitas o no socios y cual sería el equipo ideal porque en una empresa, por muy buena que sea la idea, todo es trabajo y el éxito de éste depende de un gran equipo. Así que antes de dar pasos en falso, desde el extranjero puedes tantear tu idea y saber quién se subiría al barco.

3. Elabora un plan de vida para tu retorno. Es importante que las ganas e ilusión de la vuelta te dejen ver más allá. Marca en el calendario un plan de vida a corto, medio y largo plazo pensando en que hasta que la empresa arranque y puedas tener un salario va a pasar tiempo y mientras tanto quizá te tocará exprimirte y convertirte durante un tiempo en pluriempleado y en un hombre orquesta.

4. Lo más difícil, ¿cómo arranco? Ya has tomado la decisión: vuelves a España y vas a ir a por todas para hacer realidad tu sueño de ser tu propio jefe y de fundar una pequeña empresa tecnológica. Tienes un Business Model Canvas e, incluso, ya has elaborado un completo plan de negocio, y hasta quizá cuentas con el capital mínimo para montar una sociedad y para financiar algunos de los gastos más indispensables del inicio. Pero necesitas financiación a por un cierto tiempo para poder empezar a generar ingresos y llegar a cubrir gastos. Puede que familiares y amigos te ayuden en los comienzos, pero si no es así, afortunadamente en España existen vías más allá del peligroso crédito bancario ya que desde hace varios años hay cada vez más financiación privada y también por parte de instituciones públicas para empresas de base tecnológica (como Enisa o CDTI, por ejemplo). Una de la formas de financiación privada que están siendo cada vez más populares son las lanzaderas (Wayra, Mola.com o Lanzadera.es son algunas de las más conocidas). Estudia bien en cuál crees que encajaría tu startup y preséntate si estás realmente convencido. Además,  si sabes moverte, cabe la posibilidad de presentar tu proyecto a business angels o pequeños inversores privados para que crean en tu startup y te ayuden con la financiación en la etapa semilla.

5. Manos a la obra. Billete en mano, te quedan pocos días para coger el avión y emprender una nueva etapa en tu país de origen. Tocan despedidas y hacerte un poco a la idea de lo que te espera. No te relajes, empieza desde ya a tener reuniones online con futuros socios o equipo para ir perfilando ideas y establece los deadlines necesarios para un plan de trabajo que comience pocos días después de aterrizar, una vez hayas pasado la etapa de jet lag y aclimatación a tu viejo/nuevo entorno. Cuanto más tiempo ganes al tiempo, antes irán naciendo los frutos de la siembra de tu trabajo.

Un artículo de Juan Calleja para CEXT

IMAGEN: Captura de pantalla de la web SpainStartupMap.