Siguiendo el éxito de mercados culinarios interiores como el Mercado de San Miguel en Madrid, numerosas capitales nórdicas han seguido el ejemplo y han adaptado lugares similares en la ciudad. En Oslo, entre los barrios de Grunnerløkka y St. Hanshaugen, se encuentra el Mercado de Mathallen, que si bien no es precisamente lo que conocemos como “barato”, sus productos y el ajuste del precio a su calidad lo convierten en un lugar indispensable en nuestra visita a la capital noruega.

Mathallen, inaugurado en 2012, ha superado el reto de combinar la comida tradicional noruega con las tendencias culinarias mundiales. Así, podemos encontrar el típico bistro francés en Ma Poule, Comer con Arte y Barramon, de tapas españolas o Vegan Wagon, un opción tanto para veganos como para aquellos que buscan comer saludable.

Sin embargo, lo especialmente recomendable es probar los sabores nórdicos. Si buscamos algo que llevar a casa, en Bondens butikk es posible comprar productos producidos en pequeña escala, como salmón ahumado, carnes curadas (incluyendo embutido de reno), y una amplia variedad de mantequillas, productos lácteos y mermeladas, además de las bebidas tradicionales, como el gløgg o el aquavit.

Otros de los puestos para visitar son los de los especialistas en pescado y marisco fresco de temporada, Frøya Sjømat y Vulkanfisk. Se puede consumir tanto platos preparados como hacer la compra para casa. Lo que a los turistas más les llama la atención, no exento de polémica, es que aquí es posible comprar carne de ballena. Sus sándwiches de ballena son uno de los productos más demandados en Mathallen.

Fuera de Mathallen se encuentra uno de los barrios más polifacéticos de Oslo: Grünnerløkka, una antigua zona industrial convertida hoy en día en el barrio de referencia de Oslo. El arte urbano y las escuelas de pintura, el sinfín de cafeterías y tiendas y el ambiente joven que se respira, convierten a este barrio en uno de los destinos más visitados de Oslo. Tanto a Mathallen como a Grünnerløkka se puede llegar andando fácilmente desde el centro o bien coger la línea de tranvía hasta Olaf Ryes plass.

Foto: Mathallen – Mathallenoslo.no

Un artículo de Diana Grajales para CEXT