La comida francesa no requiere presentación. Su pastelería y panes, con la clásica baguette a la cabeza; sus quesos, con la posibilidad, según dice la leyenda, de poder escoger un queso para cada día del año; así como sus vinos, constituyen algunos de los manjares más típicos del arte culinario francés.

París es, por tanto, la capital de esta rica gastronomía. Pero como en casi todas las capitales, nada es barato. ¿Quieres saber cómo cerrar el agujero de tu estómago sin hacer otro en el bolsillo? No te pierdas los siguientes consejos.

“La formule”. Es la palabra francesa para nuestro clásico menú del día. También es una costumbre muy francesa. De hecho, la mayoría de los restaurantes ofrecen platos a un precio bastante ajustado. No es tan abundante como nuestro menú español pero si suficiente para comer. Además, a diferencia que en España, los hay tanto para comer como, en algunos sitios, también para cenar.

¿Organizar un pic-nic? En París es posible, siempre y cuando te lo permita la meteorología. Por ello, los días soleados de primavera y verano, son los elegidos por los parisinos para comer al aire libre en las numerosas zonas verdes que tiene la ciudad.

Lo más típico, localizar el supermercado más cercano, comprar comida para preparar unos entrantes variados, un bocadillo o una ensalada, y comer en el césped de parques o jardines tan conocidos como el Jardin du Champ-De-Mars, con la Torre Eiffel como invitada excepcional, el Parc des Buttes-Chaumont, con sus conocidas zonas verdes inclinadas, o el Parc Monceau, rodeado de majestuosos palacetes.

Galettes y crêpes. Los primeros salados y los segundos dulces, pero ambos otra forma de practicar algo que a los parisinos les encanta, comer en la calle. Puedes aprovechar cualquier puesto callejero, generalmente ubicados en las zonas turísticas, para degustar un buen crêpe recién hecho. Pero si lo que buscas es sentarte y contemplar tranquilamente a la gente pasar, también puedes acudir a las conocidas crêperies, donde la variedad es más amplia, así como el precio.

Garraf d’eau. Acompaña siempre tus comidas o cenas con garraf d’eau. Es nuestra conocida agua del grifo, que incluso en muchos sitios te la llevan directamente a la mesa. Esta costumbre tambien está muy extendida entre los parisinos ya que les ayuda a que no se dispare la cuenta.

Y como en París, caro o no, siempre se come bien, sólo desearte un… ¡Buen provecho!

Foto: http://www.paris.es/

Un artículo de Lorena Martín para CEXT