La embajada de España en Irlanda tiene un documento en su página web con preguntas frecuentes sobre educación. Entre otros temas responden a varias cuestiones relacionadas con la búsqueda de colegio, una de las principales cuestiones a las que se enfrentan los españoles con hijos que empiezan una nueva etapa en Irlanda.

Lo primero que nos indican desde la embajada es que el sistema es completamente diferente al español. Los trámites de matrícula se deben gestionar directamente con el colegio. Para encontrar el centro que más nos convenga desde la embajada aportan un enlace a una página web del gobierno en la que podrás descargar una lista de colegios (la mayoría religiosos), filtrar la búsqueda dependiendo de la zona o consultar el número de alumnos de cada centro. Además, en el mismo portal podrás acceder a más información sobre el sistema educativo en Irlanda (en inglés).

Otro lugar donde encontrar más información es schooldays.ie, un portal educativo similar al anterior, pero que no depende del gobierno. Esta web recoge guías y consejos sobre cómo ayudar a tus hijos en las diferentes etapas educativas, como gestionar el tema de los deberes, el bullying, el uso de internet o consejos para ayudarles a adaptarse a un nuevo colegio (también en inglés).

Otra diferencia respecto al sistema español es que la asignación de curso no se guía por el año de nacimiento, sino dependiendo de la edad del niño cuando empieza el año lectivo. Por lo tanto, es posible que si tus hijos nacieron en la segunda parte del año, se les asigne un curso menos que en España.

La sociedad y las instituciones irlandesas están bastante sensibilizadas con los casos de personas con capacidades diferentes. Así, en el documento de la embajada enlazan los datos de una organización a la que se puede acudir para estos casos, el Consejo Nacional de Educación Especial,(NCSE por sus siglas en inglés)) y aportan el nombre del Mater Misericordiae University Hospital en Dublín que ofrece servicios específicos para niños dentro del espectro del autismo.

Un artículo de Daniel Doval para CEXT