Entre los años 1958 y 1961 la nueva China de Mao implantaba un programa para alcanzar y superar los niveles de productividad de Occidente en diferentes sectores de la economía. Plan que sería conocido como el Gran Salto Adelante. Esta política de comparación y falsificación de cifras para alcanzar niveles de producción imposibles resultó ser desastrosa para su economía y su población.  Hoy en día, en cambio,  y sin compararse con nadie, China ha ido dejando atrás a todos aquellos a los que ansiaba alcanzar, a excepción de Estados Unidos. Quizás solo una cuestión de tiempo.

La pregunta que nos podemos hacer frente a todo esto es : ¿Hay algún lugar para los jóvenes españoles dentro de este país en expansión?

Por experiencia propia, el mercado chino es gigante pero no es tan sencillo como podría parecer. La solución no es traer unas patas de jamón y unas cajas de aceite de oliva y hacerse ricos de la noche a la mañana. No se trata de eso, sin duda, a menos que el capital con el que entramos sea de cifras mucho más considerables que las de la mayoría de jóvenes de nuestro país. La mayor parte de jóvenes europeos no esta capacitada para este Gran Salto Adelante.

La opción más escogida para entrar de una forma segura y relativamente estable en este país es la enseñanza de idiomas. Y no hablamos simplemente del inglés, que por supuesto ocupa el primer lugar, sino de idiomas como el español, el francés o el árabe, ya que China hace negocios con todo el mundo. Para muchos jóvenes chinos que ya dominan el inglés, el aprendizaje de una segunda lengua extranjera les parece esencial para avanzar en su carrera profesional. Para muchos otros se trata de una necesidad, puesto que sus negocios están dirigidos a zonas del mundo donde el conocimiento del inglés no es tan elevado, llámese España o América Latina. Enseñar idiomas en instituciones públicas o privadas chinas ofrece una estabilidad inicial  para pensar en futuros proyectos o posibilidades dentro de este país. Aunque para ello se requiere una previa preparación, pues en muchas de las instituciones educativas se da más importancia a las capacidades del profesor en una clase de muestra que los títulos y certificados que uno pueda llevar consigo.

Para echar una ojeada o contactar con alguna de las instituciones educativas, pueden encontrarse a través de su buscador poniendo al lado el nombre de alguna de las ciudades más cosmopolitas de China como Pequín, Shanghai o Shenzhen. Aunque la opción que predomina entre los españoles sea llegar al país con un visado de turismo o de estudiante y presentarse personalmente, lo que hace que las posibilidades de éxito sean mucho mayores.

Un artículo de Arnau Prieto para CEXT