Experiencias

Praga (República Checa)

Núria Romero: “Aquí es totalmente posible progresar y mejorar”

18/05/2019

Una vez que se empieza a conocer mundo, sea viajando, estudiando o como voluntario, es difícil resistirse a la tentación de seguir haciéndolo. Esto fue lo que hizo que Núria, catalana de 28 años, se mudara a la República Checa hace ya cinco años y que, tras idas y vueltas, considere la capital checa como su casa. De estas cosas, de las buenas y malas experiencias que puede brindarte el vivir en otro país, y de las posibilidades que ofrece Praga en todos los sentidos, estuvo departiendo con CEXT.

CEXT- ¿Cómo surgió la decisión de mudarte a República Checa?

Núria- La idea surgió en 2014 mientras estaba de Erasmus en Italia. Estaba a punto de acabar la carrera de Periodismo y tenía sed de nuevas experiencias y aventuras. Cuando volví a Barcelona en verano acabé de convencerme de que no quería vivir allí y que necesitaba seguir descubriendo mundo. Así que durante aquel verano mandé algunos currículums a empresas y medios de comunicación checos, pero nadie me contestó, ni siquiera para decirme que no daba el perfil. Entonces decidí que tenía que bajar el listón y mandé algunos más, pero para camarera y canguro. En septiembre de 2014, empecé a trabajar de canguro de un niño de 9 años en un pueblecito a unos 40 kilómetros de Praga.

CEXT- ¿Cómo fueron tus inicios en el país?

Núria- Los inicios no fueron fáciles. Estuve unos meses trabajando para aquella familia, pero la experiencia resultó ser bastante nefasta, ellos querían alguien que cuidara de su hijo, del perro, del gato, de limpiar, cocinar y hacer recados, por 11.000 coronas al mes (425 euros), y que no me daban ni para pagarme las pivo (cerveza). Además, el hecho de que mi trabajo era pasarme el día con el niño, no me quedaba mucha opción a conocer a gente y hacer amigos. Si miro atrás, veo que fue bastante duro. Mis padres me ayudaron mucho económicamente, sin ello no podría haber subsistido. Estuve un par de meses compaginando dos trabajos, el de canguro con una empresa de Free Tours, pero rápido me di cuenta que yo no había ido a Praga por aquello ni para seguir recibiendo dinero de mis padres, así que empecé a mandar currículums de nuevo. En marzo de 2015 empecé a trabajar en un Call Center donde conocí a los que día de hoy son mi familia en Praga. El trabajo en sí no era para tirar cohetes, pero trabajaba con ingleses, italianos, franceses, españoles… ¡y nos pagaban bastante bien! Fue una de las mejores épocas de mi vida. En cuestión de meses pasé de sentirme totalmente perdida y sin rumbo a encontrar un sitio en el mundo.

CEXT- Entonces, ¿encontraste fácilmente oportunidades para progresar laboralmente?

Núria- Mi caso es un poco curioso porque yo estuve dos años en Praga y volví a Barcelona una temporada para hacer un máster, así que no he tenido una carrera de cuatro o cinco años viviendo y trabajando en la misma ciudad, pero lo que sí sé es que aquí es totalmente posible progresar y mejorar. En mi caso no me ha sido difícil encontrar trabajo relacionado con mis estudios y sin experiencia previa, cosa que, en España, la experiencia es sagrada y se tiene mucha “titulitis”. Aquí no miran tanto qué títulos tienes como cuáles son realmente tus aptitudes y las explotan. En general, las empresas invierten tiempo y dinero en formar a sus trabajadores.

CEXT- Respecto a la cultura, ¿qué es lo que más te llamó la atención al llegar?

Núria- Supongo que lo que más choca al principio es la moneda y el idioma, pero yo ya había estado en Praga antes y conocía la ciudad así que lo que más me sorprendió durante mis primeros días fue su gente. Sé que puede sonar a estereotipo o tópico, pero los checos son fríos, bastante cerrados y tienen uno de los peores servicios al cliente que he visto. Está claro que hay excepciones y también tengo que decir que al final lo que pesa no son las malas experiencias sino las buenas; esta parte más negativa queda compensada con dar un paseo y tomar el aire por cualquiera de los maravillosos rincones que esconde Praga. Nunca me canso.

CEXT- Y de manera más particular, ¿qué es lo que más te gusta de la vida en República Checa?

Núria- Lo mejor es que se vive muy bien y es fácil poder salir a menudo, probar nuevos restaurantes, pagar el alquiler, hacer escapadas de fin de semana y aun así poder llegar a final de mes. Aunque es cierto que últimamente los alquileres han subido una barbaridad y que el país ya no es tan barato como cuando llegué.

CEXT- ¿Y lo que más echas de menos de España?

Núria- Familia y amigos. El sol y la comida.

CEXT- Por último, ¿piensas quedarte mucho tiempo en Praga?

Núria- De momento no pienso en volver. Quiero coger aun más experiencia y bagaje profesional para tener más opciones de encontrar un buen trabajo cuando vuelva.

Una entrevista de Curro Arenillas para CEXT

!Aviso de cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrar a los usuarios publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si se continúa navegando, consideramos que se acepta su uso. Es posible cambiar la configuración u obtener más información aquí