Iago Leirós, se autodefine como “una persona autodidacta, proactiva, multidisciplinar y de trato fácil”. Londres, Rimini y Mauritania son algunos de los lugares en los que ha estado “buscándose la vida”. Hoy nos cuenta su experiencia con cierta nostalgia y tono anecdótico hacia Londres, aunque aliviado de hbaer vuelto de Mauritania.

CEXT- ¿Por qué te fuiste a Londres?

Iago- En Londres estuve 6 meses, cuatro de ellos trabajando, los intermedios. Esto fue en 2010. Me fui, en principio, a aprender inglés. A mí me quedaban dos asignaturas para acabar la carrera, que iba sacando como podía. Y para aprender el idioma qué mejor que trabajar, ganar un poco de pasta y pagarte tu casa. Para no sablar a tus padres de mala manera. Después ya me llegaban los exámenes y me tuve que venir.

CEXT- ¿Fue fácil encontrar trabajo allí?

Iago- No tan fácil, me costó un mes. Decían que era fácil, pero no era tan fácil porque ya empezaba la crisis de aquella. Y en Londres también se notó. Menos que en España, pero allí también se notó. Trabajé en un bar de camarero de camareros. Yo no era el típico camarero que estaba de cara al público, no. Era el típico camarero que atendía a los camareros.
Fui moviéndome. Conocí a gente. Ibas por ahí repartiendo currículos, hasta que un día conocí a un chaval que tenía un restaurante español. Fuimos hablando y hablando hasta que nos hicimos colegas. Y nos contrató. Contrató a un amigo mío que vivía conmigo y hablaba mejor que yo y a mí

CEXT- ¿Cómo acabaste en Mauritania?

Iago- En julio, un cluster de empresas propuso a unos chicos ir a vender productos a Mauritania. Estos chicos me conocían y necesitaban una persona de confianza para supervisar a un nativo, que era su contacto allá. Me contrataron y me fui a Mauritania. Además iba a hacer una labor de administrativo y contable porque querían crear una estructura europea. Sólo duré 20 días. Todo era una patraña. Allí no se puede crear una empresa de estructura europea. En Mauritania, por ejemplo, no se paga impuesto de sociedades, no se paga seguridad social, no se paga nada ¿entiendes? este contacto iba a ser el comercial. Pero no era profesional. Tuvimos nuestras diferencias y decidí volver aquí.

CEXT- ¿Hay buenas oportunidades en Mauritania?

Iago- No, ninguna. Me fui allí porque me lo propusieron y yo estaba en paro. Allí no te vayas porque no vas a encontrar nada. En las carreteras de Mauritania, las pocas asfaltadas que había…los coches daban la vuelta en el medio y medio. Había cabras en mitad de la ciudad, comían basura. No había saneamiento ninguno. Cosas tremendas.

CEXT- ¿Volverías a irte fuera por trabajo?

Iago- Ahora estoy trabajando en una empresa que se dedica a la hostelería desde enero. Es una empresa exportadora, está internacionalizada. Pero sí, seguro.

CEXT- De todas tus experiencias en el exterior, ¿Cuál fue el mayor obstáculo?

Iago- El idioma. Mi inglés era malo y francés, que es lo que se hablaba en Mauritania, no hablaba. Con el italiano no tuve problema porque había hecho un Erasmus antes allí. Estuve en Rimini, en la costa adriática. Me fui a trabajar porque me dieron una beca, una beca Leonardo para hacer prácticas en una empresa europea. Me dieron varias opciones a elegir y yo escogí una. Me pagaban algo y, de hecho, sólo estuve la duración de la beca (4 meses). Pero lo peor es el idioma. Está claro que es un inconveniente. Yo trabajé de camarero en Londres porque, como mi inglés era deficiente, sólo valía para eso, digamos. Si no, podría haber aspirado a otra cosa.

 
Una entrevista de Lucía Campo para CEXT