En menos de un año, Alicia López ha cambiado sus apuntes de Odontología por los de gramática finlandesa. Esta joven de veintitrés años, natural de León, se encuentra ahora en la capital de Estonia estudiando finés más de ocho horas al día. Su objetivo: hablarlo con fluidez en diciembre, cuando se marche al país cuna del Heavy Metal a trabajar en una clínica dental.  El contrato es de dos años. “Me licencié en junio del año pasado, pero después de meses buscando trabajo en España sin encontrar nada, decidí que había que irse al extranjero”.

La oportunidad le llegó en una fecha tan señalada como el día de Año Nuevo, a través de la red europea de empleo EURES. “Me acuerdo que publiqué en Facebook un comentario contando que empezaba el 2014 con la idea de encontrar trabajo fuera de España. Entonces no sabía que el comienzo de año marcaría también el inicio de una nueva etapa en mi vida”.

La demanda de profesionales sanitarios en el norte de Europa responde a una lógica muy clara: Los hijos del baby boom que tuvo lugar en los cincuenta están empezando a jubilarse, y la siguiente generación no es capaz de cubrir la falta de mano de obra cualificada en este sector.

¿La solución? Se buscan profesionales en el sur de Europa: “La empresa con la que vengo ha contratado a dos españoles, dos portuguesas, un rumano, un italiano y un griego. Nos pagan un curso intensivo de finés durante seis meses y un pequeño salario para vivir mientras estudiamos  en la capital de Estonia, porque la vida es más barata aquí que en Finlandia”. Después del curso harán una entrevista en finés y cada uno irá a trabajar a una ciudad distinta.  “Mi mayor miedo es no adaptarme. En Estonia me he encontrado con muchas personas en mi situación, pero a Finlandia iré sola. Además empiezo a trabajar en diciembre, y el clima tiene que ser bastante duro”.

Aun así, Alicia se muestra muy ilusionada con lo que está por venir: “las condiciones son mejores que en España para cualquier dentista recién titulado. Y no solo es cuestión de salario. Aun así me gustaría volver a casa en un futuro…pero si la vida puede cambiar en un segundo, ¡imagínate lo que puede pasar en dos años!“.