Con tan solo cuatro primaveras Andrea (27 años), llegó con sus padres a España desde Chile. En la península ibérica residió durante veintidós años. Aquí cursó todos sus estudios hasta graduarse de Odontología en 2012 en una universidad pública de Madrid. Un año después emigró a un pueblo del suroeste de Alemania (cerca de Stuttgart a 80 kms de la frontera con Francia). Allí vive con una familia alemana que la ha acogido como a una hija más. Durante los primeros cinco meses adquirió el nivel B2 y actualmente busca trabajo en su profesión

CEXT- ¿Qué impulsó tu viaje?

Andrea- Varios factores. De partida, un sentimiento preexistente de conocer más culturas y buscar el perfeccionamiento profesional. Desde los 17 años, cuando entendí el corazón de la Biblia, quise saber cómo se vivía en una sociedad claramente influenciada por ella. Entonces pensé en UK y Alemania.

Es obvio que la crisis sofocante que nos ha dejado a media España joven sin horizontes aceleró el proceso y mi proyecto se vio realizado de una forma tal que nunca hubiera imaginado.

CEXT- ¿Forma parte Alemania de tus planes futuros?

Andrea- Sí, como mínimo por 5 años más. Quiero hacer un máster. En España tú pagas. Aquí te pagan por estudiar. Quiero ser útil en algún área concreta de testimonio cristiano y profesional, aparte de logros en el plano personal, lo que nunca se sabe. Quizás vuelva a España a atender como odontóloga a la población alemana allí. Todo se irá viendo.

CEXT- ¿Qué tal la adaptación?

Andrea- Depende en gran medida de sentirse cómodo en nido ajeno. Al estar rodeada de gente tan generosa, compasiva y solícita, todo ha rodado muy bien. Vivir con niños hizo más fácil desinhibirse, obligándome a usar desde el principio el poco idioma que iba aprendiendo en una universidad popular (se llama Volkshochschule). Discuto bastante con ellos: les he dicho muchas veces que es muy importante que aprendan castellano.

CEXT- ¿Con qué no estás de acuerdo?

Andrea- Si de algo no estoy precisamente contenta, tema que también comparten muchos alemanes, es de la necesidad de contratar un seguro con efecto retroactivo. En España, por ley, no se puede contratar un seguro médico por el año pasado. El contrato es «desde hoy y hasta». No es legal, y de hecho no es ni lógico, contratar un seguro que te proteja «en el o del pasado». Pero aquí no es así. Los lobbies de las aseguradoras médicas han hecho un buen trabajo, tristemente. Curioso cómo juegan con la salud de otros.

CEXT- ¿En qué se diferencia trabajar como odontóloga en Alemania con respecto a España? 

Andrea- Los alemanes son muy organizados. Eso es bueno. Lo malo es que tienen una tolerancia baja a la improvisación y flexibilidad. Se estresan a poco que haya un cambio. En la clínica también es fácil ver esto. Estrés con poco trabajo, o con todo al alcance para hacer un buen tratamiento.

Tienen unos horarios menos absorbentes que en España. Es común que dos días a la semana solo trabajen 4 horas. Algunas clínicas cierran los miércoles, por ejemplo. Y trabajar los sábados hasta mediodía no es muy común.

CEXT- ¿Cómo es la relación entre el odontólogo y el paciente?

Andrea- Relativo a la relación odontólogo y paciente: no se confía a ciegas en el buen hacer del profesional, se le pide cuentas. Esto evita muchos tratamientos innecesarios y lucrativos, cosa que en España he visto, tristemente, demasiadas veces.

El dentista trabaja a la defensiva, tiene que documentarlo todo con un riguroso y detallado historial clínico. De haber una demanda, no es el paciente el que tiene que justificar que le han hecho algo mal sino el dentista el que tiene que probar que su trabajo estuvo bien hecho (con radiografías, panorámicas, fotos, consentimientos informados).

CEXT- Háblanos sobre la imagen estereotipada que se tiene en el exterior alrededor de la personalidad alemana

Andrea- La personalidad alemana en el exterior está asociada a hechos históricos relativamente recientes. Para los mayores, la segunda guerra mundial. Para las nuevas generaciones, la caída del muro de Berlín.

Sigue latente la tensión en el aire al recordar a Hitler. Mejor, y sobre todo como visita o extranjero, no sacar el tema. De lo que no tienen memoria apenas (cosa que me sorprendió y no me lo esperaba) es de su pasado unido al libro que les abrió paso a la modernidad y democracia (tema Biblia, Lutero, reforma protestante). Ello en parte al acomodo económico y material.

Durantes estos meses he descubierto que los alemanes son un pueblo alegre, generoso, dispuesto a compartir sus recursos. Al menos eso es lo que he visto yo.

Una entrevista de Lizette Ramírez para CEXT