Hoy entrevistamos a Violeta, una joven palentina que actualmente disfruta de su Erasmus en Groningen, una  pequeña ciudad universitaria holandesa. Entre molinos, tulipanes y paseos en bicicletas se suceden los días de esta estudiante que asegura que, más allá de los tópicos, Holanda le ha enseñado a ser más tolerante y a saborear cada instante de la que, asegura, está siendo una de las experiencias más enriquecedoras de su vida.

CEXT-  Cuando el ciudadano tipo piensa en Holanda la primera ciudad que le viene a la cabeza es Amsterdam, no Groningen. ¿Cómo te decidiste por esta gran desconocida? ¿Te ha sorprendido?

Violeta- Es cierto, de cara al exterior Groningen, es una ciudad muy poco conocida. No se trata de la típica ciudad holandesa llena de canales y casitas estrechas y sus atractivos turísticos no son  tan llamativos como pueden ser los de Ámsterdam u otras conocidas ciudades holandesas como La Haya, Rótterdam o Utrecht. Sin embargo, Groningen es la capital estudiantil por excelencia de Holanda. Esta pequeña ciudad levantada sobre el nivel del mar, tiene la edad media más joven de todo el país. Sus dos conocidas universidades la convierten en el principal foco de migración juvenil no sólo del propio país. Y es que son miles los estudiantes internacionales que eligen Groningen para disfrutar de un año de estudios en el extranjero. El ambiente juvenil y la calidad de la educación fueron los principales motivos que me llevaron a escoger esta pequeña ciudad alejada de los puntos turísticos. Y hoy, casi 9 meses después de haber venido a vivir aquí no puedo estar más contenta, esta ciudad no deja de sorprenderme, siempre hay actividades y cosas para hacer, además de tener una gran oferta cultural, unos paisajes increíbles y muchas posibilidades para disfrutar del tiempo libre. Hace unos meses incluso El País sacó un reportaje definiendo Groningen como “La ciudad perfecta” y creo que no puede ser más acertado.

CEXT-  La calidad de vida de Holanda es una de las más altas de Europa ¿en qué medida lo notas?

Violeta- Es bastante perceptible el alto nivel de calidad de vida en Holanda y más aun comparándolo con la situación actual que vivimos en nuestro país. Las políticas sociales y familiares hacen de Holanda un país ideal para vivir y eso lo he notado en el día a día. Los horarios de trabajo son compatibles con la vida familiar, el nivel de desempleo es escaso incluso entre los jóvenes, quienes pueden compatibilizar los estudios con pequeños trabajos bien remunerados y las posibilidades que tienen los universitarios de encontrar un puesto de trabajo en sintonía con sus estudios son muy elevadas. Otra de las cosas que me llamó la atención, y que creo que genera calidad de vida en este país, es el trato al medio ambiente. En general existe mucha concienciación ciudadana sobre ello, el uso de la bicicleta y el transporte público es el mejor ejemplo. A los holandeses les encanta pasar el tiempo libre en el exterior, si el tiempo lo permite. Hacer deporte, pescar o simplemente disfrutar de los rayos del sol son algunas de sus actividades preferidas, de ahí también su preocupación por el medio que les rodea.

CEXT-  ¿Difiere mucho tu día a día actual de la rutina que tenías en Madrid?

Violeta- Mi día a día es bastante diferente a mi rutina anterior en España. Aunque sigo dedicando parte de mi tiempo a ir a clase, estudiar en la biblioteca o preparar trabajos, gran parte de mi día a día se basa en pasarlo con la gente. El Erasmus te abre las puertas a una experiencia única en la que puedes conocer y disfrutar de un país completamente desconocido con gente de todo el mundo. Por eso parte de mi tiempo lo dedico a conocer otros lugares, hacer pequeñas excursiones o viajes y principalmente a conocer a un montón de personas completamente diferentes con las que disfruto y aprendo diariamente.

CEXT-  ¿Qué es lo que más echas de menos de España? En el sentido opuesto ¿a qué crees que te costará deshabituarte cuando regreses?

Violeta- Cuando comencé a vivir en Holanda estaba convencida de que no iba a echar de menos muchas cosas, pero estaba equivocada. Supongo que además de a mi familia y mis amigos, suena tópico decir que echo de menos la buena comida española. No solo el jamón y la paella, sino la calidad en general de nuestra gastronomía. Por otro lado, también he echado de menos nuestra forma de ser, con esto me refiero a la cercanía, la alegría y la forma de tratarnos los unos a los otros. Me he percatado de que nuestra cultura y la cultura latina en general es mucho menos fría que en el resto de Europa. Nosotros somos más de saludar a la gente con un abrazo o con dos besos, de invitarnos a comer o a tomar unas cañas y de compartir las cosas que tenemos. Sin embargo, otras culturas son mucho más individualistas y se echa un poco en falta ese “calor de la gente”. Por otro lado supongo que cuando vuelva a España, también echaré de menos ciertas cosas de mi vida holandesa. Principalmente me costará habituarme a no ir en bicicleta a todas partes. A nivel humano, también echaré en falta el alto nivel de tolerancia de este país. Si hay algo por lo que destacaría a Holanda es por el respeto y la tolerancia que se respira en la sociedad en general.

CEXT-  ¿Qué expectativas tenías cuando decidiste realizar un Erasmus? ¿Se han visto satisfechas?

Violeta- Mis principales expectativas eran conocer un país y una cultura diferentes, mejorar mi nivel de inglés y aprender todo lo posible de un nuevo entorno y de las personas que conociera. A estas alturas, puedo decir que estoy completamente satisfecha con mi año Erasmus, creo que mis expectativas están más que cubiertas y a pesar de que también he encontrado ciertas dificultades (académicas, económicas, culturales…) he de recomendar a todos los estudiantes que se atrevan a vivir esta experiencia. Sinceramente creo que un año Erasmus es principalmente un año de aprendizaje y descubrimiento, cualidades más que necesarias para nuestra generación y enriquecedoras para nuestra sociedad. Ojala todos los estudiantes tengan los medios y el apoyo para poder llevar a cabo esta aventura.

CEXT-  Con este, son cuatro los años que llevas viviendo fuera de casa ¿Te ves regresando a tu ciudad de origen en el futuro?

Violeta- Hace 4 años salí de mi pequeño pueblo en la provincia de Palencia con el fin de poder estudiar Periodismo y Comunicación Audiovisual, los ámbitos que más me interesaban. A día de hoy, no me veo en el futuro volviendo a mi lugar de origen, principalmente porque las posibilidades laborales en mi ámbito de estudios son bastante escasas. Sin embargo, tampoco me veo en un destino fijo, de momento después de vivir este año en Holanda mi siguiente destino es la ciudad de  Buenos Aires donde planeo acabar mis estudios. El pequeño pueblo del que vengo siempre será mi hogar, pero de momento mi principal motivación es seguir aprendiendo y conociendo todo lo que pueda.

Una entrevista de María de Castro Ramos para CEXT