Guillermo de Luxán es un joven investigador madrileño que ha sustituido las tardes de cañas en terrazas de Lavapiés por el cambio de pañales de su primer hijo, nacido hace apenas unas semanas en la ciudad de Münster, donde se ha trasladado a continuar con su labor investigadora. Inmerso en esta vorágine de cambios, nos cuenta, emocionado ante el comienzo de esta nueva etapa, sus próximos proyectos en el país germano.

CEXT- Tus vínculos con Alemania se remontan a tu Erasmus en Inglaterra, donde conociste a tu actual pareja, que es alemana. Tras finalizar tu beca, decidisteis instalaros juntos en España. Ahora, os habéis mudado a Münster. ¿Por qué decidisteis en un primer momento iniciar vuestro proyecto en Madrid y por qué habéis optado por emigrar ahora?

Guillermo – En primer momento decidimos instalarnos en Madrid porque a mi me habían concedido una beca FPI (Formación de Personal Investigador) para realizar mi tesis doctoral en un laboratorio del CNB (Centro Nacional de Biotecnología). Mi pareja todavía estaba estudiando y cuando terminó vino a Madrid. Al acabar mi tesis doctoral quise continuar con mi carrera investigadora en un centro en el extranjero y claro, Alemania es una selección muy natural.

CEXT- ¿Hasta qué punto consideras necesario un buen dominio del alemán para lograr un trabajo acorde a la formación académica de los jóvenes españoles que emigran a este país?

Guillermo – Un buen nivel de alemán es necesario para vivir y trabajar en Alemania. Aunque sorprenda, en Alemania la vida es en alemán. Si bien es cierto que un centro de investigación como en el que yo trabajo, en el que hay una gran proporción de investigadores internacionales, funciona en inglés. Sin embargo la integración es prácticamente imposible sin hablar alemán. Apuntarse en el padrón, buscar piso, hacer la compra y, claro, buscar trabajo, sea éste del tipo que sea, son actividades para las que es necesario el alemán.

CEXT- ¿Cuáles son, según tu criterio, las principales oportunidades que Alemania ofrece a los extranjeros? En el sentido opuesto, ¿en qué has tenido mayores dificultades para adaptarte al estilo de vida germano?

Guillermo – Como investigador que buscaba una posición postdoctoral, Alemania es un país donde se invierte mucho en investigación y desarrollo, tanto de manera pública como privada, por lo que ofrece muchas posibilidades laborales para ejercer la investigación tanto en centros de investigación como en la universidad.
Vivo en Münster que es una ciudad relativamente pequeña pero que ofrece todo lo que una gran ciudad puede ofrecer por lo que la adaptación y la integración están resultando muy fácil. Me encanta ir los sábados por la mañana al mercado, beber cervezas grandes y utilizar sólo la bicicleta para moverme por la ciudad.
CEXT- Acabas de ser padre, ¿te gustaría que tu hijo creciera en Alemania o en España? ¿Por qué?

Guillermo – Mi hijo es medio español y medio alemán y quiero que conozca los dos países y sus culturas. Sin embargo como padre, el estado alemán ofrece una serie de ayudas que en España no existen y que facilitan la crianza de los hijos. Bajas paternales más largas y pagadas, acceso a guarderías públicas y ayudas económicas por ejemplo. En general Alemania me parece un país que facilita mucho la vida a las familias.

CEXT- Como joven investigador en el extranjero, ¿bajo qué condiciones te plantearías regresar a nuestro país?

Guillermo – En la situación actual no me planteo regresar a España. Para volver a España necesitaría tener la certeza de que va a ser posible desarrollar una línea de investigación de manera estable y a largo plazo. Para mi sería necesario ver que en España se vuelve a apostar de una manera clara e inequívoca por una sociedad del conocimiento y la innovación dando especial prioridad a la educación de carácter crítico.

Foto: CNIC

Una entrevista de María de Castro para CEXT.