Pocos meses después de graduarse en derecho, el extremeño Daniel Heredero decidió potenciar su experiencia laboral realizando unas prácticas en un bufete de Shanghái. Desde uno de los epicentros económicos y culturales del continente asiático nos trasmite una visión sincera y libre de prejuicios acerca de los aspectos menos conocidos en el mundo occidental sobre la cultura china.

CEXT- ¿Por qué decidiste realizar tus prácticas en China? ¿Por qué concretamente en Shanghái?

Daniel- Hace unos meses descubrí una empresa que busca prácticas para extranjeros en China, por lo que decidí probar suerte este verano. Ellos me han facilitado la obtención del visado, el hotel en el que me alojo con otros becarios así como la búsqueda de una empresa perteneciente a mi área de estudios para la realización de las prácticas. En cuanto a la concreta elección de Shanghái, siempre me pareció una ciudad con muchísimo que ofrecer en todos los aspectos. No sólo es la ciudad más grande del país, sino que además es su centro económico de mayor importancia, por lo que unas prácticas aquí me parecieron la mejor opción, algo de lo que no me arrepiento en absoluto.

CEXT- Las diferencias entre nuestro estilo de vida mediterráneo y el chino son notorias ¿qué es lo que más te ha impactado del día a día en el gigante asiático?

Daniel- Sin duda el caos en el que se desenvuelve este país cada día, o al menos una urbe de más de veinte millones de personas como es Shanghái. Cuando me dirigí a la oficina el primer día de trabajo, me di cuenta verdaderamente de lo esencial que es saber adaptarse al ritmo frenético de esta ciudad, ya que en hora punta tienes la sensación de pelear por cada metro de acera que pisas. El tráfico es una locura y los semáforos, un recuerdo para nostálgicos. En China se da también gran importancia al mantenimiento de las formas en todo momento, por lo que hay que tratar de conservar la compostura y no alterarse por el mero hecho de que nos empujen en el metro para poder pasar sin siquiera pedir disculpas, que por otra parte aquí es lo más normal del mundo. En el ámbito profesional, me quedo con la magnitud que alcanza la reputación de una persona y la deferencia hacia las jerarquías.

CEXT- Has estudiado derecho. Siendo el lenguaje un elemento tan importante en tu trabajo ¿cómo logras desenvolverte en un bufete chino?

Daniel- Las empresas en las que los becarios realizamos nuestras prácticas suelen estar bastante internacionalizadas. En mi caso particular, si bien el bufete en el que trabajo solo tiene oficinas en China, su fundador es italiano, por lo que en el despacho conviven trabajadores de ambas nacionalidades. Por supuesto, se necesitan trabajadores que hablen chino mandarín, pero el idioma de trabajo es el inglés, sobre todo por el gran número de clientes que el bufete tiene fuera del país.

CEXT- ¿Qué percepción tienen de nuestro país los extranjeros con los que convives actualmente?

Daniel- A día de hoy todos me preguntan mi opinión sobre la actuación de España en el Mundial de fútbol. Por lo demás, los chinos con los que he convivido han mostrado interés acerca de temas como la comida o nuestras costumbres. Asuntos más serios como la crisis económica que vive nuestro país quedan relegados a un segundo plano en una conversación. Dudo que sea por desconocimiento, sino por la creencia de que me ofenderán al sacar a colación un tema sensible. De la misma manera, cuando un chino se muestra muy crítico con su país, no esperan que les des la razón echando más leña al fuego, sino que prudentemente resaltes alguna de sus virtudes, pues en caso contrario te arriesgas a ofenderles y causar una mala impresión.

CEXT- ¿Te planteas orientar tu futuro laboral hacia el mundo asiático o preferirías quedarte en Europa?

Daniel- Considero que esta es una experiencia enriquecedora que recomendaría a todo el mundo, pero me lo pensaría seriamente antes de establecerme en China de manera definitiva. Además, me gustaría conocer otros centros neurálgicos de la economía asiática, como por ejemplo Singapur, que goza de una proyección envidiable. De todas formas, a día de hoy no me cierro ninguna puerta y si se me presenta la oportunidad de trabajar en el extranjero, ya sea dentro de Europa o en otro continente, espero aprovecharla.

Una entrevista de María de Castro para CEXT.