Jordi Albacete, periodista especializado en medioambiente y derechos humanos, es el director de Cosmopolita Scotland, un nuevo medio de comunicación digital y bilingüe (castellano e inglés), con sede en Edimburgo, que nació en octubre de 2014 con aras de romper una lanza a favor de la integración cultural, la diversidad del mundo castellanohablante, la protección del medioambiente y la defensa de la justicia social.

Los valores de este nuevo magazine, y su apuesta por la interculturalidad y la diversidad, no son casuales; pues los intereses de Jordi atraviesan fronteras y ámbitos. Este catalán de madre manchega y padre andaluz, también es interpreté de lengua de signos y horticultor, habla 5 idiomas y ha trabajado y vivido en Irlanda, Canadá, Ghana y en varios países de Latinoamérica como México, Brasil o Colombia.

Jordi nos ha abierto las puertas de su casa en Edimburgo para hablar de periodismo y contarnos todos los detalles de su nuevo proyecto, que en breve publicará un especial sobre discapacidad.

CEXT – Son muchos los que afirman que el sector de los medios de comunicación atraviesa una de las crisis más profundas de su historia, tanto a nivel económico como de valores. Ante tal situación de incertidumbre, ¿Qué hizo que te lanzaras a la piscina para poner en marcha Cosmopolita Scotland (CS)?

Jordi Albacete – La necesidad de crear un medio de comunicación con vocación de ofrecer un servicio público que fomentara la interculturalidad desde un punto de vista crítico y constructivo. CS surge para crear un vínculo entre el alto número de inmigrantes castellanohablantes en Escocia, aprovechando el contexto de debate activo sobre justicia social y medioambiente que existe en esta nación, sobre todo desde los últimos años.

CEXT – Os proclamáis medio independiente, aunque es bien sabido que muchos de los medios más establecidos también lo hacen y luego la independencia brilla por su ausencia. ¿Es posible mantenerse al margen de lobbies y grupos de presión políticos y financieros para garantizar esa independencia? ¿Cómo os vais a asegurar de que sea así en CS?

J.A – Desde mi punto de vista la independencia tiene que ir en consonancia con las expectativas. Si lo que se espera es generar ingresos únicamente por tarifas publicitarias o comisiones de tiendas online, por ejemplo, y ofrecer consumo en lugar de servicio, está claro que la independencia se puede ver muy comprometida. A según que escalas, me imagino, que cuando cualquier proyecto se mete en una espiral de cubrir costes diversificando y ampliando su actividad, ellos mismos entran en la trampa de la dependencia de los grupos financieros (cada cual vinculado a una agenda política). Esto para un medio más pequeño debería ser un más manejable. Es cierto que hacer una empresa de comunicación viable es muy complicado, pero no es imposible. Hay ejemplos de periodismo de mucha calidad que se mantienen en la independencia; tampoco los empleados/as de esos proyectos esperan hacerse ricos/as. En cualquier caso es muy complicado.

CEXT – CS no es solo un medio de comunicación, también es una empresa social. Como tal, ¿cuál son vuestros objetivos y misión sociales y como los vais a llevar a cabo?

J.A. – Sí, me parece muy interesante que menciones ésto. Estamos en el ámbito de lo que se conoce como empresas sociales y nos estamos constituyendo como una oenegé. Eso significa que tenemos que cumplir con nuestros objetivos de servicio público para mantener nuestro estatus legal. Esto nos obliga además a tener órganos de gobernanza como una junta directiva de voluntarios que vigilan y se hacen responsables de que la misión social se lleve a cabo. Nuestros salarios también estarán limitados en esta estructura legal.

CEXT – CS es una publicación trimestral que cuenta con cuatro especiales: interculturalidad, medioambiente, discapacidad y género. ¿Por qué os habéis decidido por estos cuatro bloques temáticos?

J.A. – Cada uno de los bloques temáticos aporta una nueva perspectiva muy importante, no única, a la integración cultural. El bloque de la interculturalidad porque es necesario hablar de las comunidades culturales desde una perspectiva que intente desmontar estereotipos y discursos dominantes, que acerque a las culturas por sus historias sociales y medioambientales. El bloque de medioambiente porque es necesario que hablemos de desarrollo sostenible, justicia medioambiental y practicas responsables desde una perspectiva internacionalista. El bloque sobre discapacidad porque en los debates sobre interculturalidad interesa entender que hay muchas comunidades con necesidades específicas. Por ejemplo, en algunos casos grupos de personas sordas y sordociegas pueden vivir mucho más segregadas de su entorno que un inmigrante que domine bien el idioma. Y el bloque de género por algo muy similar a lo anterior, los patrones dominantes pueden aislar mucho a las minorías independientemente de su nacionalidad y porque también es necesario hablar de equidad desde una perspectiva internacionalista. Hemos pensado durante más de un año estos bloques temáticos y si hablamos de interculturalidad es para redefinir pautas de relación social. Creemos que esos bloques temáticos tienen que entrar en la redefinición de esa sociedad verdaderamente cosmopolita.

CEXT – En vuestro primer especial sobre interculturalidad informabais sobre los resultados de un estudio que delataba la falta de integración de la nueva población española en Edimburgo, en gran medida por la barrera lingüística. En base a tu experiencia, ¿qué aconsejarías a una persona que esté pensando en salir de su país, bien para estudiar o trabajar, para tener una vivencia positiva y enriquecedora?

J.A. – A alguien que se lo pueda permitir le diría que invierta al máximo posible su tiempo y dinero en el aprendizaje de la lengua. Si no es así, que piense en estrategias alternativas, como por ejemplo, intercambio de clases de conversación, métodos de aprendizaje online, etc. Y en ambos casos, investigar bien los círculos en los que se puede desarrollar personalmente (colectivos, clubes, sindicatos, etc.). Sobre todo que vengan con la determinación de sumergirse en una nueva cultura, de no dejarse llevar por apariencias o clichés y de ser proactivo en las relaciones sociales con la sociedad que les reciba. Una buena estrategia es dominar los temas que te interesen en el lugar de destino para poder iniciar y participar en conversaciones. Por ejemplo, a mí me interesan debates sobre justicia medioambiental; el haber leído o visto documentales por mi cuenta de asuntos como la reforestación y la tenencia de la tierra en Escocia, me ha hecho poder entablar muchas conservaciones con gente local y hacer nuevos/as amigos/as.

CEXT – Cómo emprendedor en Escocia, ¿cómo compararíais la situación de este sector con respecto a España, o más concretamente Cataluña?

J.A. – Pues es muy diferente. Aquí por muchos motivos históricos y económicos se ha conformado una cultura sobre la emprendedoría muy diferente a España. Lo cual no tiene por qué ser siempre positivo. Un amigo escribió un ensayo sobre la construcción del concepto del emprendedor en las sociedades neoliberales para atomizar a la sociedad. En cualquier caso, como emprendedor de una empresa social, lo que sí puedo decir es que el abanico de recursos gratuitos no es muy comparable. El estado si eres autónomo no te fríe a impuestos cuando no tienes ingresos o son muy bajos. Creo que en Cataluña tenemos un espíritu emprendedor muy similar al que hay aquí, lo que pasa es que los recursos materiales son los que son. Aquí hay todo un tejido de servicios que si trabajas duro te facilita mucho las cosas. En general, creo que es mucho más fácil emprender aquí.

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Una entrevista de Noelia Martínez Castellanos para CEXT.