Durante el fin de semana, los amantes del fútbol de todo el mundo tenían la vista puesta en la máxima competición de clubes: la final de la Champions celebrada en Madrid. Es la sexta vez en la historia de la competición que nuestro país acoge este evento, la quinta para la ciudad de Madrid y la primera para el estadio Wanda Metropolitano.

La sede del Atlético de Madrid se ha vestido de gala para acoger a más de 600 periodistas en el evento anual deportivo más visto por televisión. Miles de personas, junto con un equipo de más de 400 voluntarios, han trabajado para que todo saliera a la perfección en la final disputada entre el Tottenham y el Liverpool, con victoria para estos últimos por 0-2.

El equipo liderado por Klopp, popularmente conocidos como ‘los reds’, conseguía su sexta copa de Europa con un gol de penalti (bastante discutido) en el primer minuto y un segundo tanto en los minutos finales del partido.

Pero no solo el estadio y sus aledaños se convirtieron en una fiesta, el centro de Madrid se llenó de eventos para que madrileños y visitantes vivieran una experiencia inolvidable. Un campo de fútbol en la Plaza Mayor, una recreación gigante de la copa en el Palacio Real, una tienda oficial de la UEFA en Callao y multitud de conciertos en la Puerta del Sol formaron parte del festival que se celebró en la capital.

Un dispositivo de seguridad de miles de agentes veló por la seguridad durante el evento, que para sorpresa de muchos, se saldó sin ningún altercado destacado. El aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas batió récord de operaciones alcanzando los 1.500 vuelos operados el domingo y más de 7.200 entre jueves y lunes.

A la espera de las cifras oficiales que darán cuenta del impacto económico que ha dejado el evento en la capital, tanto las aficiones como los madrileños coinciden en el éxito de la organización y el disfrute de los eventos.

IMAGEN: Diario AS

Un artículo de Beatriz Calvo para CEXT.