Cultura

BRUSELAS (Bélgica)

Ocho curiosidades que te sorprenderán si vienes a Estonia por primera vez

22/04/2015

Cada país tiene sus costumbres y descubrirlas es lo más bonito cuando vives en otro lugar. He aquí ocho características del estilo de vida estonio que llamaran la atención de más de uno. 

1. Quítate los zapatos. Ocurre también en Japón y en otros países del Norte de Europa. Los estonios siempre se quitan los zapatos cuando entran a su casa, y consideran de muy mala educación que tú no lo hagas cuando vas de visita. También es obligatorio descalzarse en algunas escuelas o centros de día. En determinadas oficinas, aunque es opcional, es muy normal que la gente se cambie el calzado. Esto tiene sentido, por un lado, porque las botas que se usan para el frio dan demasiado calor en interior, y por otro, para no ensuciar el suelo, ya que el hielo y la nieve son comunes en invierno. Sin embargo, esta costumbre se mantiene durante todo el año, así que por si acaso ¡elige bien tus calcetines!

2. Si tu vecino no te saluda, no lo tomes como algo personal. Los estonios no consideran necesario saludar a quien encuentran en la escalera, en el ascensor, o en el pasillo de la oficina si no le conocen, incluso muchas veces si les saludas tú, ellos no te contestan. Al fin y al cabo… ¿por qué saludar a un desconocido?

3. Cuidado si vas a cruzar la calle con el semáforo en rojo. Si después de mirar a ambos lados de la carretera y comprobar que no viene ningún coche decides cruzar con el semáforo en rojo, asegúrate también de que no te vea ningún policía: la multa por esa infracción es de doce euros. 

4. Los reflectores. Otra multa más seria, en concreto de cuatrocientos  euros es a la que te arriesgas si sales a la  calle sin llevar un reflector colgando de tu abrigo, bolso o mochila durante la noche o las horas del día en las que haya poca visibilidad. Los hay de muchos tamaños y formas diferentes y puedes adquirirlos en cualquier supermercado o kiosco por menos de dos euros. 

5. Todo puede pagarse con tarjeta de crédito. Incluso un paquete de chicles en el kiosco.

6. Díselo con flores. Las flores son una parte muy importante de la cultura Estonia, y cualquier ocasión es buena para regalar un ramo. De hecho, en el centro de Tallin, hay una serie de puestos con flores de todos los colores  y tamaños que están abiertos las 24 horas del día, por si necesitas hacer un regalo con urgencia. 

7. Niños independientes desde que están en el carrito. Desde los seis o siete años, muchos niños vuelven solos casa después del colegio, cogen solos el autobús, o van a comprar al supermercado (donde pagan con su tarjeta de crédito). A veces, como ocurre en otros países de Escandinavia, también en Estonia puede encontrarse algún carrito de bebe en la calle, en invierno, junto a la puerta de una cafetería y ¡con el niño dentro durmiendo! 

8. Las horas de luz. Quizás lo más chocante para nosotros. En invierno, las horas de luz al día se reducen a seis: el mes más duro por la oscuridad es noviembre, ya que amanece a las nueve de la mañana y anochece a las tres de la tarde. Lo contrario ocurre en verano: en junio llega a haber diecinueve horas de luz y la gente aprovecha para pasar el mayor tiempo posible al aire libre, en el bosque o en la playa. Es lo que se conoce como las ‘noches blancas’ que compensan con creces la oscuridad del invierno.

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