Los niños holandeses reciben los regalos la noche del 5 al 6 de diciembre, adelantándose así a la mayoría de los europeos. Y el personaje encargado de traerlos es San Nicolás (Sinterklaas en holandés), un señor de barba blanca, con una capa y gorro rojos, que va montado sobre un caballo blanco. La historia cuenta que Sinterklaas vive en Madrid y llega a Holanda en barco de vapor desde España. Le acompañan los Zwarte Pieten (Pedros Negros), unos pajes que le ayudan en su tarea de repartir regalos.

La historia de España y los Países Bajos está entrelazada. Recordemos que los territorios holandeses formaron parte del imperio español entre el 1555 y 1714. Los historiadores apuntan a esta dominación española sobre los Países Bajos como una posible explicación a la creencia de que Sinterklaas venga de España. También puede explicar las amenazas que los mayores hacen a los niños: si no se portan bien, Sinterklaas se los llevará con él a España.

Zwarte Pieten o los Pedros Negros

Sinterklaas viene desde Madrid y no viaja solo: le acompañan sus pajes, conocidos como Zwarte Pieten, y desde hace unos cuantos años también le acompaña la polémica. Una parte de la sociedad holandesa considera que esta imagen de Sinterklaas, rodeado de estos pajes pintados de negro, con pelo rizado y unos labios exageradamente grandes y rojos, resulta racista. Además, recuerda al pasado esclavista de Holanda.

Sin embargo, si prestamos atención a la leyenda, estos pajes están tiznados de negro de tanto subir y bajar chimeneas repartiendo regalos.

Sinterklaas, el origen del popular Santa Claus

La historia y el pasado tienen mucho que ver en las tradiciones que hoy forman parte de nuestras fiestas navideñas. Resulta curioso que probablemente ese pasado imperialista de España sobre los Países Bajos haya influido en la elección de Madrid como punto de partida del viaje de Sinterklaas a tierras holandesas. Pero, resulta todavía más curioso descubrir que posiblemente Sinterklaas sea el origen de Santa Claus.

Los holandeses que fundaron Nueva Amsterdam (Nueva York, en la actualidad) mantuvieron la tradición de Sinterklaas, al que acabaron llamando Santa Claus. Con el paso de los años y la ayuda de la globalización, Santa Claus regresó a España para hacerle la competencia a los Reyes Magos y puede presumir ya de ocupar un huequecito en los corazones de los niños españoles.

Si después de esta curiosa historia te apetece conocer a Sinterklaas, tienes hasta mañana para acercarte a su casa en Utrecht.

                                                                                                                Un artículo de Rocío Balsa para CEXT.