El Observatorio Cultura y Comunicación de la Fundación Alternativas, ha elaborado un informe con datos de 2013, cuyo resultado ha sido un suspenso alto de la Cultura en España. Con un 4,5, nuestra Cultura se encuentra “al filo de la navaja”, según el informe anterior, que consiste en una amplia encuesta entre los agentes de la cultura española en todos los grandes sectores de mayor peso social y económico.

De este modo se retrata la situación a través de los agentes culturales, dando voz a los auténticos protagonistas de la cultura. Este es el punto de originalidad de la encuesta, la participación de lo que Patricia Corredor, autora del informe, ha denominado “la caja negra”.

Frente al optimismo que mostraban los consultados en el estudio anterior, el estado de ánimo en el segundo informe ha pasado “a la prudencia, sin pasar por la resignación”, ha dicho Corredor. Y es que la percepción ha empeorado claramente, pasando del 5,1 de 2011 al 4,5 de 2013. Aunque el informe no tiene “pretensión de representatividad”, sí posee capacidad de pronóstico, y pretende “contribuir a orientar las políticas públicas y las estrategias privadas de futuro”.

Entre tanta cifra negativa, cabe destacar el optimismo por el destino de la cultura española en su relación con las redes y soportes digitales, tanto desde el punto de vista de la creación como de los propios usuarios. Y en el lado opuesto, las puntuaciones más bajas se agrupan en torno a las políticas públicas culturales. Llaman la atención las calificaciones obtenidas en la creación (5,7) y el uso de la cultura (5,4), que obtienen un aprobado alto, frente al suspenso medido de la producción/edición (4,7), o de la distribución (4,5), así como el suspenso de las políticas culturales (3,4) y la proyección exterior de nuestra cultura (3,5).

La casilla de observaciones con la que cuenta la encuesta ha recogido afirmaciones como que España «carece de un modelo de política cultural orientado al desarrollo del sistema. Por eso la situación es tan catastrófica y la cultural está en manos de personas con escaso conocimiento y experiencia del territorio que ocupan». Asimismo se considera “inaceptable” el IVA de la Cultura, y un “desastre” la forma de tratar “el impacto de la digitalización y su impacto en la cultura”, haciendo hincapié en que es «vital que se legisle activamente para que los que descargan contenido pirata puedan ser condenados».

Fuente: http://bit.ly/1g93tW5

Un artículo de Olga San Andrés para CEXT