Entradas agotadas y una sensación de complicidad y compañerismo en el ambiente. Así comenzaba el primer Festival de Cine Español de Escocia con el estreno en el Reino Unido del último proyecto de Icíar Bollaín, “En Tierra Extraña”.

Los asistentes esperaban con ilusión ver el resultado de un documental que muchos sentían como propio, mientras que la directora madrileña les agradecía su presencia y su participación en el proyecto: “Olvidar San Sebastián y cualquier otra proyección. Está es la más importante de todas porque estáis presentes todos los que habéis hecho posible este trabajo”.

“En Tierra Extraña” refleja la realidad y la situación de los cientos de miles de españoles que han tenido que salir del país desde el comienzo de la crisis. Una imagen muy alejada y más cruda que la que se viene mostrando en los programas de españoles por el mundo que tanto han proliferado en los últimos años.

A través de la historia de Gloria, joven licenciada en Bellas Artes, con dos oposiciones aprobadas y miembro de la asociación artística The Blender Collective, Bollaín intercala los testimonios de varios españoles que, incapaces de encontrar trabajo han tenido que salir de España, en este caso concreto a Edimburgo, y de otros muchos que después de un tiempo fuera no tienen la opción de volver debido a la situación en la que se encuentra inmersa el país.

El documental incorpora también imágenes de momentos históricos, declaraciones del sociólogo Joaquín García Roca y extractos del monólogo “Autorretrato de un joven capitalista” del actor Alberto San Juan. Este último como un hilo conductor que, según la directora “contesta todas las cuestiones y explica porqué esta gente se encuentra en Edimburgo”. A lo que añade,” Alberto San Juan dice en su monólogo que en estos momentos existe una conversación que está teniendo lugar en las calles de España. Nosotros queremos aportar este documental a la conversación para crear debate”.

En Tierra Extraña: un grito de rabia hacia la esperanza

Al término del documental muchos de los espectadores explicaron que durante la proyección habían sentido rabia, enfado y frustración pero también esperanza, unidad y empoderamiento. Entre los asistentes se encontraban muchos de los entrevistados que habían participado en el proyecto, pero también otros españoles que querían ver el documental porque consideran que refleja su realidad actual. Como Juan, que afirmaba: “soy español emigrante y me fui porque no podía conseguir en mi país lo que creo puedo lograr y estoy logrando aquí. En el documental he visto reflejada parte de mi realidad y la de muchos otros”; o Ana que se alegraba de que “por fin alguien enseñe la realidad de los españoles en el Reino Unido”.

Algunos destacaban la capacidad del documental para crear comunidad: “Me ha hecho sentirme acogida. Saber que estamos aquí como colectivo y como grupo también es importante. A pesar de que vayas por la calle y siempre te encuentres españoles y sepas que están ahí, este proyecto te hace sentir parte de ese grupo”, confesaba una de las espectadoras; y otros su potencial para cambiar las cosas: “Creo que es una visión muy honesta y justa. Me he sentido muy identificada y también rabia, impotencia y tristeza. Pero lo que predomina es la necesidad de hablar, de luchar y seguir intentando cambiar las cosas. Me ha dejado una gran sentimiento de esperanza en nosotros mismos, los únicos que podemos cambiar las cosas, como ha demostrado Icíar”, decía una de las participantes en el documental.

Pero no solo había españoles entre los espectadores, también británicos que se interesaban por el tema. Algunos por proximidad. En el caso de Matthew Livesey, investigador en la Universidad de Edimburgo, porque su mujer es española y tiene amigos afectados por la situación: “Es una muy buena descripción de la situación que están viviendo aquellos que se han visto afectados por la crisis financiera. Aunque es importante recordar que no todos los españoles que están en el Reino Unido viven o han pasado por las situaciones que se describen en el documental”.

Otros, como Elizabeth Allen, jubilada de 72 años contaba que había ido a ver el documental “porque estoy preocupada por los niveles de desempleo en España y sorprendida del número de españoles que han llegado en los últimos años a Edimburgo”. Otra espectadora escocesa calificaba el documental como “muy poderoso e informativo. Me he sentido triste y enfadada. Me han conmovido los sentimientos de soledad y aislamiento de los entrevistados al estar lejos de sus familias. Me enfada mucho ver como España está perdiendo a gente con tanto talento y tan bien formada”.

Para todos aquellos que se encuentren en Edimburgo y quieran ver el documental, hoy a las 15.45 es su última proyección. Para más información visitar la página del festival.

Un artículo de Noelia Martínez Castellanos para CEXT