París ha sido siempre un hervidero de artistas. En sus calles se han gestado revoluciones, tanto políticas como estéticas, que han atraído a la ciudad de la luz a infinidad de almas inquietas deseosas de saborear la vida bohemia y desenfrenada de la capital francesa. Algunos de los artistas hispanos más reputados hicieron de París su fuente de inspiración, hasta tal punto que su obra artística o literaria no se comprende si se separa de las calles en las que se fraguó.

Ahora, una iniciativa del Instituto Cervantes en la ciudad parisina permite seguir las huellas de estos artistas hispanos afincados en Francia. Para ello, han elaborado una página web en la que los españoles residentes en la ciudad francesa pueden descargarse hasta 18 rutas para realizar una visita cultural por ‘el otro París’. Y es que cada una de ellas está dedicada a una figura notoria de la cultura hispana, de manera que mediante un mapa interactivo con abundantes anécdotas, videos y fotografías los usuarios podrán realizar un viaje retrospectivo hacia las entrañas de la vida cultural de la ciudad.

De este modo, podrán tomar un café en el mismo local en el que un joven y tímido García Márquez espiaba en secreto a un tal Cortázar que escribía abstraído notas para ‘Rayuela’ mientras se le enfriaba la bebida. O, tal vez, visitar los vestigios de antiguas librerías en las que se organizaban en clandestinidad los antifranquistas tras el conflicto civil español. Podrán incluso dirigirse al mítico Cine Studio 28, que fue destruido por grupos de extrema derecha por proyectar las provocativas películas de Buñuel. Un cine que aparece también en la película de “Amelie”, en la que se afirma que “son malos tiempos para los soñadores”. Para los nostálgicos, sin embargo, este tipo de iniciativas hace que los aguaceros de París, en los que soñaba diluirse César Vallejo, no parezcan tan grises.

Un artículo de María de Castro Ramos para CEXT.