Un momento...
28/03/2018
La Pascua es una de las fiestas cristianas más populares que en España celebramos con motivo de la muerte y resurrección de Jesucristo, pero en la mayoría de los países escandinavos han ido perdiendo sus connotaciones religiosas y se considera una ocasión más de fiesta.
Suecia es un país oficialmente laico, pero algunas costumbres cristianas aún se conservan, como acudir a la iglesia o pequeñas representaciones sobre la vida de Cristo en las diferentes plazas de los barrios, aunque la mayoría de los suecos ve en esta semana la ocasión para viajar o pasar tiempo con la familia.
Mientras que en España la devoción, pasión y entusiasmo son los principales sentimientos, reflejados en actos religiosos como misas y procesiones, en Suecia las tradiciones han ido evolucionando mezclando lo religioso y lo pagano.
Es muy común ver a los niños disfrazados de brujas, faldas largas, mejillas coloradas y pañuelo de colores que van casa por casa enseñando sus dibujos para conseguir caramelos (tradición que recuerda bastante a Halloween). Esto está relacionado con la caza de brujas que hubo en Europa entre 1450 y 1750, donde en Suecia hubo más de 300 persecuciones, donde se dice que la noche del jueves (conocida por los españoles como Jueves Santo), las brujas cogían sus escobas y volaban a ‘Blåkulla’ a reunirse con el diablo.
Por otro lado, los hogares y tiendas se adornan con huevos pintados, pollitos y ramas de abedul con plumas, llamadas ‘Påskris’, que es cuando empiezan a brotar de nuevo y se tiran a la mañana del viernes (Viernes Santo) para recordar el sufrimiento de Jesús.
Durante los días de Cuaresma, los niños reciben huevos de chocolate y chuches que se esconden por las casas y jardines. Esto también es común en los adultos, en el trabajo el jefe suele regalar a los empleados un gran huevo decorado y relleno de chocolatinas.
Si hablamos de comida los suecos y españoles tenemos grandes similitudes, y no precisamente en los ingredientes de los platos sino en aprovechar una fiesta para reunirse con familiares y disfrutar de un buen festín denominado ‘smörgåsbord’. Un menú compuesto por cordero con espárragos gratinados, patatas, salmón ahumado y variedad de dulces.
Es muy interesante vivir una Pascua diferente a la celebrada en España, ya que las procesiones, torrijas y olor a incienso se cambian por plumas, huevos de chocolate y brujas.
Un artículo de Irene Arabshahy para Cext.