Hablar de Cervantes y de su obra sin mencionar al Quijote ni una sola vez. Con este objetivo se presenta en Madrid Miguel EN Cervantes, El Retablo de las Maravillas, una exposición organizada conjuntamente por Acción Cultural Española (AC/E), la Comunidad de Madrid, el Instituto Cervantes y IV Centenario de la Muerte de Miguel de Cervantes.

Y es que, según la comisaria de la exposición, Sabela Mendoza, de no haber sido eclipsado por su gran obra, Don Quijote de la Mancha, quizá estaríamos hablando de Cervantes como uno de los mejores personajes de su época: fue duelista, espía, soldado, prisionero, recaudador de impuestos, gobernador frustrado, mediocre dramaturgo y, a la postre, escritor de la mayor obra literaria jamás escrita.

La exposición cuenta con las ilustraciones del dibujante realista Miguelanxo Prado, Premio Nacional de Cómic en 2013, que ha esbozado su propia idea de la apariencia que debió de tener Cervantes, ya que no existe ningún retrato del autor más que el que se hizo a raíz de la autodescripción que él mismo incluyó en el prólogo de sus Novelas Ejemplares.

Las ilustraciones de Prado recorren la vida de Cervantes a través de tres fases: en la primera se muestra al autor en su época, el Barroco, con todos los acontecimientos y normas sociales que imperaban; en la segunda ofrece todos los mundos, personajes e historias imaginarias que plasmó en su obra; y en la tercera nos habla de todas las vidas que tuvo, sin resignarse a una sola.

La exposición cuenta asimismo con la adaptación al cómic de uno de sus entremeses, El Retablo de las Maravillas, de la mano del historiestista David Rubín, autor también de otros cómics en los que adaptaba obras como Romeo y Julieta, de William Shakespeare, o el Monte de las Ánimas, de Gustavo Adolfo Bécquer.

Tras su paso por Alcalá de Henares y numerosas ciudades del mundo, la muestra llega al Instituto Cervantes de Madrid, donde permanecerá abierta al público hasta el 8 de enero de 2017.