Cultura

Ciudad de México (México)

Calle López, la vía del Exilio Español

09/09/2019

«Españoles, 

españoles del éxodo y del llanto:

levantad la cabeza

y no me miréis con ceño,

porque yo no soy el que canta la destrucción,

sino la esperanza.»

   – León Felipe-

En una larga calle del Centro Histórico de la Ciudad de México quedan aún unos cuantos negocios atendidos por hijos o nietos de españoles exiliados que, forzados al desarraigo de su patria, buscaban acercarse a sus compatriotas acomodándose en la calle López. Carretera que desde 2010 lleva una placa que también la denomina Vía del Exilio Español, en la que echaron a andar pequeños negocios a partir de los cuales comenzaron a reorganizar sus vidas, además de ocupar varios edificios habitacionales y convertir aquello en una pequeña y pujante comunidad de expatriados que floreció también gracias al abundante comercio de la zona.

Uno de estos negocios es el Café Villarías, fundado por Leoncio Villarías quien llegó a México en 1942 con 18 años, ahora atendido por su nuera y su nieta, encargadas no sólo del trajín cotidiano del lugar sino de la memoria del negocio que durante muchos años funcionó también como sitio de encuentro y Consulado General de la República Española en México.

En 2019 se conmemoran 80 años de la instauración de una política de puertas abiertas promovida por el presidente mexicano Lázaro Cárdenas del Río que acogió en todo México a cerca de 40 mil exiliados españoles a quienes de inmediato se les otorgó la nacionalidad mexicana; que buscaron crear comunidad y adaptarse a la vida en un nuevo país. Muchos de ellos se asentaron en la Ciudad de México y la calle López se convirtió así en un sitio donde había edificios de 50 departamentos ocupados en su totalidad por españoles de diferentes regiones.

En López se organizaban seminarios y talleres y era también el hogar del Centro Repúbicano Español donde se celebraba cada 14 de abril el aniversario de la instauración de la República con el presidente de México como invitado de honor.

Centro Republicano Español de México

En la esquina entre López y el Ayuntamiento existe aún la panadería ‘La Pilarica’, nombrada así por su dueño original, un devoto de la Virgen del Pilar. Dos cuadras más adelante se encuentra ‘Mi fondita’ un restaurante de paella atendido por un santanderino.

Los negocios y la vida en la calle López fueron excelentes durante varias décadas quizá hasta los años 80 y 90 cuando el deterioro paulatino del Centro Histórico se hizo evidente y muchas de estas familias españolas habían hecho dinero suficiente y se mudaron a zonas residenciales como Polanco y varias más. Hoy en día todavía perviven algunos negocios y familias que consideran esta calle su único hogar.

IMAGEN: Protoplasmakid

Un artículo de Gabriela Mosqueda para Cext

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