Un momento...
04/08/2014
En tierra extraña es el último trabajo de la directora de cine español Icíar Bollaín. La pieza documental, aunque fuera de concurso, será proyectada por primera vez en el Festival de Cine de San Sebastián, que comienza el 19 de septiembre. Cerca de año y medio de rodaje ha necesitado para llevar a la pantalla el día a día de jóvenes españoles que viajan al extranjero en busca de trabajo. Son varias las cintas que han surgido históricamente a raíz de realidades sociales parejas, exploradas desde diferentes ángulos.
Según ha explicado la propia directora a EFE, En tierra extraña recoge testimonios variados, pero sobre todo destaca la historia presente de «los que han llegado hace poco y están en esa lucha diaria por encontrar un empleo y sobrevivir». Podríamos clasificar En tierra extraña como una cinta de plena actualidad, centrada en una realidad muy concreta que afecta a jóvenes de diversa formación, trayectoria y expectativas. Un único factor conecta todas las voces protagonistas del documental: la búsqueda de empleo.
El género de ficción también se ocupa hoy de esta búsqueda. La emigración de jóvenes talentos al extranjero, concretamente a Alemania, es el tema central de ‘Perdiendo el norte’, película de Nacho García Velilla que comenzó su rodaje en febrero de este año y que se estrenará a finales de 2014. Velilla utiliza un recurso muy español, tiñendo de comedia el drama de varios universitarios que, a su vez, afrontan con humor su partida.
No faltan comparaciones entre estas cintas y las que ocuparon las pantallas españolas 50 o 60 años atrás, como la protagonizada por Alfredo Landa Vente a Alemania, Pepe, reflejo de las esperanzas inyectadas durante el tardofranquismo entre la clase media, o la histórica y mejor valorada Surcos, representativa del drama campesino de la posguerra. Tal y como trató de plasmar el Seminario La emigración española: antecedentes y nueva realidad, se trata de movimientos migratorios de muy diversa índole y agudeza, que despiertan, sin embargo, sentimientos y reacciones comunes. La exitosa Un Franco y 14 pesetas de Carlos Iglesias, y su segunda parte, Dos Francos, 40 pesetas, se encargan precisamente de desmitificar la imagen del emigrante español pasado y actual.
Falta poco más de un mes para descubrir como resuelve Bollaín esta cuestión para nada fácil, a partir de un género – el documental – del que se espera realismo, objetividad y pluralidad de voces.
Un artículo de Marta García-Muñoz para CEXT