Ciudadanía

BRUSELAS (Bélgica)

Un día que empezó como otro cualquiera #JeSuisBruxelles

22/03/2016

«C’est la guerre!» (¡Es la guerra!), es lo primero que escuché esta mañana en los pasillos de la oficina, al salir del ascensor. Después compañeros que iban y venían con el teléfono en la mano entre suspiros de alivio. Todos los que hemos llegado esta mañana al trabajo estamos bien. Los que se informaron a tiempo de la terrible noticia y decidieron quedarse en casa también.

Al encender el ordenador, los mensajes de seguridad que prohíben salir del edificio hasta nuevo aviso colapsan el correo electrónico, mientras el Facebook rebosa mensajes de cariño de amigos que, preocupados te preguntan si tú estás bien. Y la voz temblorosa de mi familia al otro lado del teléfono. Y el sentimiento de infinito agradecimiento emerge entre la rabia, la impotencia y las ganas de llorar. Por los que no han tenido tanta suerte y han cogido un metro en que podíamos haber subido cualquiera para venir a trabajar. O por los que esperaban en el aeropuerto un avión para disfrutar de unas vacaciones que habían planeado con ilusión. Quizás incluso, para alargar unos días más una Semana Santa en familia.

Ha ocurrido lo peor. La pesadilla que todo el mundo temía desde hace unos meses. La razón que mantenía a los militares apostados en las calles de Bruselas o en las entradas de los conciertos desde que el pasado 21 de noviembre se activara la alerta terrorista. Y ha sido hoy, en un día que amaneció soleado y lleno de vida en la capital europea. Y entre el horror, el dolor y la tensión, mensajes de apoyo para los familiares de las víctimas. Y sobre todo solidaridad. Por un lado, la de la gente que ha corrido a donar sangre, por otro, la de las personas corrientes que tras el hahstag #PorteOuverte, en estos momentos abren las puertas de su hogar para todos aquellos que no puedan volver a su casa a causa del transporte, que también queda suspendido hasta nuevo aviso.

Aún en medio de una sensación de irrealidad, solo queda esperar entre cuatro paredes y pendientes de la pantalla de un ordenador o de un Smartphone…pero ¿hasta cuándo? ¿Cuántas vidas inocentes más por el fanatismo de unos asesinos?

Foto: Europa Press

  • Omar C.

    Bruselas (Bélgica)

    hace 8 años

    Bastante emotivo tu mensaje , Paula. Comparto bastantes cosas de las que tu mencionas. Al ver cosas como las de hoy, a veces me me pregunto : que es lo que tiene esta gente en la cabeza???

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