En España y en otros países occidentales con flujos de inmigración china se ha creado un tópico muy asociado a esta comunidad : los chinos trabajan sin descanso, realizando jornadas interminables y sin apenas días libres fuera de su lugar de trabajo. A lo cual nos preguntamos : ¿Es este esteriotipo del todo correcto y extrapolable a la realidad del país de origen de estas personas? ¿Es así también la vida que le espera a aquel que quiera probar suerte en China?

Es vedad que los tópicos y esteriotipos nos hacen la vida más fácil, pero a veces hay que caminar sobre ellos. Y así como España no es el país dónde el 99% de la población acude cada domingo a una corrida de toros, la realidad sobre el entorno laboral chino es cambiante y menos terrorífica de lo que parece.
Para empezar hay que tener en cuenta que el desarrollo económico de los últimos años es incomparable al de otros países a nivel de rápidez y los cambios que ha comportado en casi todos los aspectos de la vida de su población. La velocidad de estos cambios comporta que la China de hoy en día difiera mucho de la de principios del siglo XXI, por no hablar de la de los noventa. Una de estas transformaciones es el cambio en las pautas de comportamiento de la nueva generación de chinos en lo que se refiere a la jornada laboral.
Hoy en día la mayoría de chinos con estudios superiores que habitan en las grandes metrópolis del país disponen de uno o dos días libres a la semana, aunque en muchos casos los horarios de trabajo sean más largos que en nuestro país. Y esto, por supuesto, cuenta también para los occidentales que trabajan y residen en China. La nueva generación no ha nacido bajo situaciones de dureza económica como las de sus antecesores y por ello no están dispuestos a trabajar en las mismas condiciones. Además, la progresiva evolución de una economía basada en la industría a otra basada en la innovación tecnológica y servicios también han hecho cambiar las estructuras del poder económico.

China también dispone de largas festividades en las cuáles el país queda casi literalmente en pausa, la más importante de ellas el Año Nuevo Chino. Es durante estas fechas cuando se produce la mayor migración de personas del mundo anual. La mayoría de los chinos dejan las grandes ciudades para volver a su tierrra natal a celebrar durante unos días o semanas la llegada del año nuevo lunar.　Es muy importante tener en cuenta las fechas festivas de este país, tanto para el que realice un viaje de negocios como de turismo. La razón es simple : es posible no encontrar a nadie en su lugar de trabajo y tampoco poder visitar los destinos más populares del país, pues los chinos aprovechan estas fechas para hacer turismo interno, y uno se puede imaginar lo que acontece cuando esto ocurre en el país mas poblado del mundo. Por ella sería bueno enumerarlas en función de su relevancia :

• Año Nuevo Chino.  Celebración de caracter familiar entre los meses de enero o febrero, dependiendo del calendario lunar chino.

• Primero de Mayo. Celebración del día del trabajador que puede llegar a prolongarse hasta una semana, conocida como la ‘Golden Week’

• Primero de Octubre. Celebración conmemorativa del nacimiento de la República Popular China. Puede alargarse hasta más de una semana.

En conclusión, el tópico que relaciona a los chinos con la adicción al trabajo es una verdad a medias que, como todo, se transforma y pierde validez con los cambios económicos, culturales y generacionales que cada país experimenta en las diferentes etapas su historia.

Un artículo de Arnau Prieto para CEXT