Un momento...
10/09/2020
Meses antes de la pandemia, ninguno de nosotros habría imaginado que estaríamos encerrados durante meses sin poder relacionarnos con la mayoría de personas que vemos a diario. La cuarentena que comenzó en marzo de 2020 y se prolongó hasta el mes de mayo repercutió en muchos aspectos de la sociedad pero uno de los que menos se habla es el de la salud mental.
Resiliencia es una palabra que ahora oímos más a menudo. Pero, ¿qué significa? Se trata de la capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas, y además, cuando esta persona saca un aprendizaje de esa experiencia, eso es a lo que se llama resiliencia.
¿Qué tiene que ver esto con el confinamiento? Pues mucho. Durante el estado de alarma pudimos ver que el bienestar psicológico de la población estaba en riesgo. La rutina diaria nos hace entrar en un estado de constante movimiento, sin realmente pararnos a pensar en nosotros mismos o en nuestra propia salud mental. En definitiva, cuando se nos arrebata la rutina, aparece la ansiedad.
¿Cómo se puede llegar a ser más resiliente?
Según explica la psicóloga general sanitaria y terapeuta contextual, Marina Bazaga al periódico 20 minutos, «Con los cambios aparecen nuevas sensaciones, sentimientos e ideas. Abandonar la lucha contra todos estos eventos de carácter psicológico, a pesar de lo incómodos que pueden resultar, para llevar la atención a las acciones significativas que cada uno pueda poner en marcha puede ser la manera de seguir viviendo, a pesar de la adversidad».
Contar con profesionales de salud mental ayuda a las personas a gestionar sus emociones de una manera específica para que, a largo plazo, puedan construir su propia resiliencia.
Hablando en términos científicos, un estudio reciente llevado a cabo por David Weinshenker, un profesor de genética humana, ha resaltado la importancia de hacer ejercicio. La actividad, según explica el doctor Weinshenker, hace que los niveles de estrés bajen y se produzca una mayor resiliencia a los cambios estresantes del día a día.
Un artículo de María Pérez para CEXT