Uno de los momentos en los que más intensamente siente el desarraigo cualquier emigrante español es cuando pisa un supermercado en el extranjero. Dicen que los no-lugares, espacios de tránsito como estos mercados, son iguales en todo el mundo y por eso no dejan huella. Cualquier joven español en el exterior desmentirá esta teoría. La ausencia de jamón serrano, pipas o tomate frito son acogidas con desazón y una punzada de nostalgia. El anhelo de turrón en navidad da paso en los meses estivales a un pensamiento persistente que se repite con frecuencia en las conversaciones del colectivo español en el exterior: “qué bien me sentarían ahora unas claras con limón o un tinto de verano”.

Fueron precisamente las preguntas de emigrantes españoles, que preguntaban a la marca de bebidas ‘La Casera’ donde podían adquirir sus tintos de verano en el extranjero los que pusieron en marcha al departamento de marketing de la compañía. ¿El resultado? ‘La Casera Mensajera‘: una iniciativa de la que podrán beneficiarse hoy los madrileños con familiares y amigos en el exterior. Éstos podrán enviar a lo largo del día de hoy, de forma totalmente gratuita, paquetes de hasta 6 kilos a sus seres queridos en el extranjero. Este servicio pop-up permitirá que todos aquellos que se acerquen hoy a la Calle Velarde 4, en un horario ininterrumpido de 10:00 a 20:30 puedan enviar desde álbumes de fotos, ropa o peluches, hasta embutidos o pipas a cualquier país europeo.

Las cajas en las que se envíen, de 40x30x25 cm, han sido costumizadas por el ilustrador Jorge Lawerta y podrán ir acompañadas de los mensajes personales que quieran incluir en ellas todos los que acudan a lo largo de hoy al local del madrileño barrio de Malasaña que acoge la iniciativa. Una iniciativa que se entiende en un contexto de emigración creciente entre los españoles dado que, según los datos de la Estadística de Migraciones de 2013, ésta creció un 38% durante el pasado año.

Un artículo de María de Castro Ramos para CEXT