Cada vez son más los jóvenes entre 25 y 35 años que a pesar de tener un trabajo en España buscan una oportunidad laboral en el extranjero, según un reciente informe publicado por la Asociación de Empresas de Trabajo Temporal, Asempleo.

De acuerdo con indicadores y valoraciones de la Asociación se estima que durante septiembre y los próximos meses de octubre y noviembre haya un crecimiento de la ocupación del 2%. A pesar de este crecimiento, se podría seguir presentando una tendencia a la disminución de la población activa, similar a la que se evidendió en el segundo trimestre de 2014. Esto se debe a que cada vez son más los jóvenes que abandonan su empleo y se marchan al exterior.

Uno de los factores principales es la migración de retorno. Se trata de jóvenes de nacionalidad extranjera que vinieron a España con elevadas expectativas laborales que ahora ven frustadas, por lo que deciden regresar a su país de origen o  a otro con un mejor mercado laboral. Otra de las causas, viene dada por aquellos jóvenes españoles solteros insatisfechos profesionalmente porque después de haber culminado sus estudios universitarios desde hace varios años, aún no consiguen su primer empleo, y no logran emanciparse, o bien porque tienen un trabajo por debajo de su cualificación.

Casi un 58% de los jóvenes con edades comprendidas entre los entre 25 y 35 años desempeñan una labor inferior a su cualificación. Son ellos en los que se observa una mayor cifra de movilidad laboral tanto nacional como internacional. En 2013 un 14% encontró un puesto laboral fuera de su ciudad de residencia habitual, mientras que un 3% de jóvenes en este grupo de edad emigraron a otro país. Los principales destinos de la emigración de nuestro tiempo son Reino Unido, EEUU, Francia, Alemania, Argentina y Ecuador.

En las CCAA con una importante cifra de sobrecualificación desciende la población activa, de manera más acentuada, que en las comunidades que regristran mayor tasa de desempleo. Según recoge el informe, esta tendencia: “Podría llegar a suponer la descapitalización de la economía española, clave en el proceso de recuperación de la actividad productiva”.