Hoy, 11 de Julio, se celebra el Día Mundial de la Población, que este año se centra en exigir el cumplimiento de los derechos de la juventud mundial. Una juventud que constituye actualmente la generación de jóvenes más grande de la historia y a la que, sin embargo “se le niega su derecho a recibir una educación de calidad, encontrar un trabajo decente y participar en la vida política de sus sociedades” según afirmó el Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon en su mensaje con motivo de la celebración de esta fecha.

Éste aludió a las carencias de derechos sociales del colectivo juvenil, independientemente de su país de origen. En primer lugar, lamentó que gran parte del potencial de los 1.800 millones de jóvenes que componen actualmente la población mundial se encuentre en países en vías de desarrollo. Y es que esto implica que su talento se diluya entre desigualdades, pobreza y una violación sistemática de los derechos humanos, especialmente sangrante en el caso de las mujeres. Por otro lado, aseveró que “incluso muchos de los jóvenes más afortunados que tienen la suerte de poder obtener un título universitario se encuentran sin empleo o se ven obligados a aceptar trabajos mal pagados y sin perspectivas de carrera”.

Ante este panorama, aseguró en sus declaraciones, invertir en salud, educación y empleo se torna necesario para mejorar las perspectivas de los jóvenes y, en última instancia, las del conjunto global de la sociedad. La contundencia del mensaje de Ban Ki-Moon finalizó con un llamamiento al empoderamiento juvenil para que, a punto de finalizarse el plazo de vencimiento de los fallidos Objetivos del Milenio, logren desempeñar un papel activo en el cumplimiento del programa que los sustituya.

Un artículo de María de Castro para CEXT.