Un momento...
22/05/2020
Finalmente y después de más de dos meses de cierre total, Italia intenta volver a la normalidad. Los últimos datos son cada vez más alentadores y, con este panorama, desde el pasado 18 de mayo se han vuelto a abrir restaurantes, bares, actividades comerciales, peluquerías, hoteles y playas respetando las férreas medidas de seguridad impuestas por el gobierno: distancia de seguridad, mascarillas y guantes en medios de transporte y lugares públicos e higienización constante de las actividades comerciales.
En Milán se ha registrado un aumento del tráfico aunque la situación parece bastante tranquila. Los medios de transporte han aumentado su oferta debido a que pueden viajar a una capacidad reducida del 50% y no se han registrado problemas de aglomeraciones en paradas y estaciones.
Tampoco se ha registrado mucha afluencia de clientes en bares y restaurantes. No ha sido así para algunas grandes firmas y peluqueros que trabajan solo con cita previa y que cuentan con una lista de espera media de 7 días.
Son muchos los bares y restaurantes que han decidido no abrir porque aseguran que las drásticas medidas de seguridad impuestas por el gobierno no les permitirá ganar lo suficiente para abordar los costes y llevan varios días de protesta pidiendo medidas menos severas y más ayudas económicas.
Junto a estas protestas se suma el malestar de muchas familias y empresarios, que se sienten abandonados a pesar de que se ha publicado en la Gazzetta Ufficiale, equivalente al BOE español, el segundo gran decreto llamado Decreto Rilancio aprobado la semana pasada y que ayudará a familias y empresas con un total de 55 billones de euros.
Ahora se espera al 3 de junio cuando se abrirán las fronteras y se permitirá la circulación entre regiones, ahora permitida sólo por motivos de salud, trabajo y emergencias, con la esperanza de que pronto todo vuelva a ser como antes.
IMAGEN: Il fatto quotidiano
Un artículo de Lydia Zapata para CEXT