La Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al segundo trimestre de 2014 arroja cifras positivas respecto al paro en nuestro país. Entre marzo y junio el desempleo bajó en 310.400 personas, situándose en 5.622.900 parados. Si bien esta cifra sigue siendo elevada, las tasas de ocupación aumentan en prácticamente todos los sectores de edad.

En lo que respecta al desempleo juvenil, en este período el número de menores de 25 años en paro descendió en 40.800 personas respecto al trimestre anterior. De este modo, la cifra total de desempleados jóvenes se reduce a 840.000 personas. En términos porcentuales, esto supone una tasa de desempleo juvenil del 53, 12%, lo que implica un descenso de 2,3 puntos respecto al trimestre anterior. Además, si comparamos estas cifras con las del mismo período del año pasado los resultados son también positivos. Hay 114.400 desempleados menos que en el segundo trimestre de 2013, cuando las cifras de desempleo juvenil rondaban el 16%.

A pesar de que los datos generales de desempleo juvenil son esperanzadores, hay que ser cautos. Si bien en el grupo poblacional comprendido entre los 20 y los 25 años el descenso de la desocupación fue notorio, entre aquellos jóvenes con edades comprendidas entre los 16 y los 19 años, las cifras de desempleo aumentaron un 1% respecto al trimestre anterior, aunque se alejan de las elevadas cifras existentes hace un año. Por otro lado, el número de parados en busca de su primer empleo ha aumentado en 14.560 personas respecto al anterior trimestre de este año, cifra que se eleva a 25.400 personas si la comparamos con el mismo periodo del ejercicio anterior. En este contexto, planes gubernamentales como la Garantía Juvenil, que busca garantizar el acceso al mundo laboral para aquellos jóvenes que actualmente no estudian ni trabajan, se perfilan como una posible medida paliativa para reducir la desocupación de un colectivo, el juvenil, que ha sido uno de los más golpeados por la crisis.

Una información de María de Castro para CEXT