Encontrar un lugar donde vivir representa el principal gasto para la mayoría de las familias uruguayas. Los expertos recomiendan que el presupuesto destinado al pago del alquiler no supere el 30% de los ingresos de una persona o núcleo familiar. Sin embargo, en Uruguay, el alquiler supone, de media, el 50% de los ingresos personales.

En Uruguay, es habitual que los propietarios no alquilen directamente las propiedades sino que utilicen empresas intermediarias para tener garantía de que el posible inquilino pague la cuota de alquiler. Por lo tanto, les exigen estar asociados a estas empresas. Y, con ello, se le descontará al inquilino el dinero del alquiler directamente del sueldo. De esta manera, los propietarios se aseguran que el inquilino pagará el alquiler.

Además, se debe tener en cuenta que si el anuncio de alquiler es a través de una inmobiliaria, ésta cobrará su comisión (por una única vez) por el servicio prestado, ya que serán ellos quienes mostrarán la propiedad. Esta suma podrá ser igual al coste mensual del alquiler.

Todo esto supone muchas trabas a la hora de decidir alquilar una propiedad. Si no quieres asociarte a estas empresas y quieres alquilar directamente con un propietario, es posible que uno de los requisitos para entrar a vivir en ese apartamento sea abonar el valor de seis meses de alquiler por adelantado como depósito, en caso de impago.

Ahí no acaba la odisea de encontrar piso de alquiler en Uruguay. Al coste del alquiler, hay que sumar una cantidad, que llaman «expensas», que se cobra por el mantenimiento del edificio, por ejemplo, la luz de las zonas comunes, el mantenimiento de los ascensores y el arreglo de posibles desperfectos.

IMAGEN:Uruguaydesdeloalto.com

Un artículo de Graciela Bernini para CEXT