Varios españoles y ciudadanos comunitarios residentes en el Reino Unido han manifestado recientemente dificultades para registrarse en los centros de salud más cercanos a su residencia. Ante esta situación, el Consejo de Residentes Españoles en el Norte del Reino Unido (CRE en el Norte UK) ha lanzado una encuesta dividida en dos partes y disponible hasta el 17 de junio, para recabar información estadística sobre el número de españoles que no han podido registrarse o acceder al sistema público de salud británico NHS y los motivos.

La saturación de pacientes o los documentos de residencia han sido algunas de las razones que han alegado los testimonios que han llegado a los integrantes de CRE en el Norte UK. “Es importante que los ciudadanos españoles residentes en el Reino Unido nos ayuden completando esta encuesta. De esto podremos conocer el grado de acceso a la sanidad pública en el Reino Unido y las posibles dificultades que encuentran los distintos grupos demográficos de la comunidad española en el país”, afirman desde CRE en el UK.

Por razones logísticas, la encuesta está dividida en dos partes:

• Primera parte
• Segunda parte

Según confirma este Consejo de Residentes, “las preguntas no recogen ningún tipo de identificación personal que pueda identificar a quienes la completan, en cumplimiento del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).”

Los resultados serán publicados en los canales de comunicación del consejo y se enviarán a la embajada española en Londres, a los consulados, a los organismos nacionales y autonómicos relacionados con la emigración española en el exterior y a las autoridades sanitarias en el Reino Unido.

Un derecho universal

En principio, la sanidad es considerada un derecho universal en el Reino Unido. Hasta el año 2011, los ciudadanos comunitarios podían acceder a la sanidad pública con independencia de su situación laboral. El 20 de junio del 2011, la Agencia de Fronteras británica iniciaba formalmente el requerimiento Comprehensive Sickness Insurance (seguro integral por enfermedad), término usado para designar una cobertura médica privada para todos aquellos ciudadanos europeos que estuvieran incluidos en las siguientes categorías:

• Estudiantes
• Personas “autosuficientes”, esto es, todas aquellas personas que no son trabajadores por cuenta ajena ni autónomos pero que cuentan con recursos suficientes para vivir.
• Familiares directos de los ciudadanos europeos que residen legalmente en el país de acuerdo a las categorías establecidas enel tratado comunitario de libre circulación.
• Familiares directos de ciudadanos británicos que regresan al Reino Unido tras residir en otro país y que no tienen intención de trabajar a su regreso.

“El objetivo de esta cobertura era, obviamente, aliviar la carga del sistema de salud pública eliminando el acceso de todas aquellas personas dependientes o que no estuvieran contribuyendo a la economía. Tras el Brexit, ha pasado a convertirse en un requerimiento discriminatorio, entre otras razones porque los precios de los seguros médicos para estudiantes comunitarios no están estandarizados (a diferencia de los precios para estudiantes internacionales, que sí lo están) y porque numerosos ciudadanos europeos vieron rechazada su solicitud para obtener la residencia permanente en el país (primer paso para solicitar la ciudadanía) por haber acudido al NHS durante los periodos de tiempo en que no estuvieron cotizando o recibiendo beneficios sociales. Este último caso ha afectadoespecialmente a madres y amas de hogar viviendo de los ingresos de sus esposos.”, aseguran fuentes de CRE en el UK.

Por otro lado, antesde que se celebrara el referéndum de permanencia en la UE, los ambulatorios también comenzaron a solicitar pruebas de residencia en el país para todos aquellos ciudadanos comunitarios y no comunitarios que desearan registrarse en el NHS. Se tratabade una medida para evitar un supuesto “turismo sanitario”, tras la llegada de ciudadanos de Europa del este y Central pertenecientes al grupo A8 a partir de 2004.(129.000 inmigrantes del grupo A8 entraron en el país entre 2004 y 2005, según la unidad de Investigación para la Migración del University College London).

Antes y después del Brexit

La sanidad pública en el Reino Unido está fragmentada en administraciones autonómicas que cubren las cuatro naciones históricas (Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte) y no existe un criterio nacional unificado sobre qué documentos se aceptan como válidos para probar la residencia en el Reino Unido. La mayor parte de los ambulatorios suelen aceptar como pruebas de residencia facturas de la luz o el gas, certificado de impuestos municipales, contrato de alquiler o hipoteca, o un extracto bancario. Tampoco existe acuerdo sobre cuántos documentos se deben aportar, si bien lo normal es que se pida al menos dos pruebas de residencia junto con el pasaporte o documento de identificación.

“Consideramos que los requisitos para acreditar la residencia en el Reino Unido pueden dificultar potencialmente el acceso a la sanidad de aquellos más afectados por la precariedad laboral, que se ven obligados a alquilar habitaciones en pisos compartidos, en algunos casos sin contar con contratos de alquiler y que no pueden aportar recibos de suministros básicos o impuestos municipales inscritos a su nombre.”, manifiesta CREenelUK y añaden: “consideramos igualmente importante conocer si quienes poseenuna tarjeta sanitaria europea (el antiguo E111) pueden registrarse temporalmente en un ambulatorio en el Reino Unido y recibir atención médica.”

Una publicación de Noelia Martínez Castellanos para CEXT

Fotografía con licencia pública. Autor: Pete [https://www.flickr.com/photos/comedynose/3797160719]