Ciudadanía

Quito (Ecuador)

Cómo te salen las cuentas en Ecuador

24/03/2015

Abres el buzón de tu casa y para alegrarte el día tienes una carta de la compañía eléctrica. “Claro!” piensas “ya estamos a final de mes”. Empiezas a abrirla mientras tu estómago se encoge y tu cabeza hace malabares mentales con los números para encontrar una forma de terminar el mes. Apartas el sobre, despliegas el folio, recorres la página con la mirada hasta llegar al final, tragas saliva y enfocas la mirada para descubrir que este mes, los de la luz, se llevan de tu bolsillo…. 8 dólares!!! Has leído bien, 8 dólares, sé que es increíble pero es cierto. A mí también me costó asimilarlo al principio pero después de medio año en Ecuador ya empiezo a creérmelo. Aquí la electricidad es barata pero no pasa con todo.

Pagar 8 dólares por la factura de la luz y 15 por una botella de aceite de oliva puede sonar raro para un español, pero así funcionan los precios en Ecuador. Creo que uno de los aspectos más importantes cuando cambias de país es echar números, es decir, saber cuál es el costo de la vida en tu destino. Yo lo hice mientras planificaba mi viaje y no terminaban de cuadrarme las cuentas porque había algo que no sabía: en Ecuador todo lo que se produce de forma nacional es barato y todo lo importado es caro. Esto se debe a una política del gobierno ecuatoriano para promover la producción y la industria nacional. Es por eso que las frutas y las verduras de origen interno son muy asequibles y más aún si las compras en los mercados populares, las plazas de abastos de toda la vida. Algo que te puede parecer raro es que en Ecuador puede ser más económico comer fuera que en casa. Sabiendo que el sueldo base está en unos 340 dólares y que hay gran cantidad de personal en todos los establecimientos me imagino que no debe ser muy caro contratar. La energía también es barata porque Ecuador tiene petróleo así que electricidad, gas y gasolina no harán gran mella en tu economía. Al igual que el alquiler que, aunque no está regalado, siguen siendo más barato que en España, sobre todo si te vas a vivir a provincias o a las afueras de las grandes ciudades.

En el extremo opuesto, en el de las compras prohibitivas, tenemos las importaciones de ropa, algunos productos de aseo y alimentos tan básicos para un español como el aceite de oliva, el queso curado o el jamón. Siendo sincera, a lo único que he sido incapaz de renunciar ha sido al aceite de oliva, por lo demás he optado por la estrategia de la adaptación y he descubierto que me encanta el plátano verde, las pitahayas y el ceviche. Mis platos ahora son una auténtica fusión.

 

Un artículo de Inmaculada Lara para CEXT

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