Decía Eduardo Galeano que somos mortales hasta el primer beso y la segunda copa de vino. Lo cierto es que el potencial visual de estos gestos de afecto ha sido frecuentemente aprovechado por la fotografía. Algunas de las instantáneas más celebres de la historia así lo atestiguan. Imágenes como el beso de Times Square entre un soldado de la marina y una enfermera al finalizar la Segunda Guerra Mundial o el famoso pico entre los dirigentes soviéticos Breznev y Honecker se encuentran arraigadas en el imaginario colectivo. Ahora, el fotógrafo argentino Ignacio Lehmann recupera la apología del arte del beso con la colección ‘100 world kisses‘. Parte de este proyecto, que recoge más de 1000 besos captados en espacios públicos a lo largo y ancho del globo, puede disfrutarse hasta el próximo martes en la Plaza de San Martín en Buenos Aires.

Lo que empezó como un mero entretenimiento en las calles de Nueva York se convirtió en un desafío personal debido al reto que supone captar el instante preciso de esta manifestación de cariño espontánea entre dos personas. Lehmann afirma seguir casi siempre el mismo modus operandi: primero captura a los protagonistas y después se acerca a ellos para comentarles su proyecto. Las historias, a veces tiernas, otras divertidas, de algunas de las parejas pueden leerse junto a las instantáneas en la página web del proyecto.

Un proyecto que le ha llevado a recorrer 12 países a lo largo de los dos últimos años con la intención, que da título a su iniciativa, de lograr captar 100 besos en cada ciudad visitada. Besos entre padres e hijos, primeros besos, besos tiernos entre ancianos, besos transgresores entre parejas del mismo sexo se suceden en escenarios diversos como Ámsterdam, Tokio, Londres o Bogotá. Todos ellos tienen cabida en esta muestra en la que a la calidad de las imágenes se le une el valor cultural y sociológico añadido de ver cómo se manifiesta el cariño en función de la región del planeta en la que nos encontremos.

Una información de María de Castro para CEXT