Un momento...
17/04/2018
Si estás pensando en venir a estudiar a los Estados Unidos debes saber que hay una gran variedad de visados diferentes, dependiendo de las funciones que vayas a desempeñar durante tu estancia. En la web oficial de inmigración se puede ver una lista de todos estos visados, entre los que suman más de cincuenta. En este artículo se explican los tipos de visado más comunes para estudiantes internacionales. Por lo general, los estudiantes internacionales suelen recibir o bien el visado J-1 o el F-1. Aunque los dos son bastante similares, hay algunas diferencias fundamentales que nos pueden ayudar a determinar cuál de ellos necesitamos. Tipo de financiación El visado J-1 se concede a estudiantes cuya financiación depende de fuentes u organismos externos. El visado F-1, por el contrario, se concede a estudiantes que se hacen cargo de los gastos de su programa. Por ejemplo, si un estudiante ha recibido una beca como la Fulbright, por la cual el gobierno de los Estados Unidos financia tu educación, entonces recibirá el visado J-1. Igualmente, si el estudiante está de intercambio un semestre a través de un acuerdo con una universidad española, en este caso, también recibirá dicho visado, pues al existir dicho acuerdo entre las universidades, el estudiante no debe pagar por su programa durante el periodo del intercambio. En el caso del visado F-1, el estudiante se hace cargo de sus tasas universitarias, que ha de pagar a la universidad americana en la que se matricule. Sin embargo, si el estudiante está trabajando como un ‘teaching assistant’, está exento de pagar sus tasas de matrícula, igualmente recibirá este tipo de visado. Posibilidad de trabajar Con ambos tipo de visado, el estudiante tiene permiso de trabajar para la universidad en la que estudia, es decir, dentro del ámbito académico. Esto incluye tanto permiso para trabajar de ‘teaching assistant’ (el caso más común) como trabajar en algún rol administrativo dentro de la propia universidad. Por ejemplo, de asistente en la oficina de estudiantes internacionales o en alguna residencia de estudiantes del campus. En cualquier caso, el contrato de trabajo no puede superar la media jornada (20 horas semanales). Sin embargo, en los periodos de vacaciones, como por ejemplo, en los meses de verano, los estudiantes sí que pueden exceder ese máximo de horas. En el caso de los estudiantes con visado J-1, no obstante, tienen que cumplimentar unos documentos a través de la universidad y esperar a que sean aprobados por el gobierno para poder comenzar a trabajar, cosa que no ocurre con los estudiantes de visado F-1. Lo que no le está permitido a ninguno de los estudiantes es trabajar fuera de la universidad, por ejemplo, si lo hacen en alguna empresa de la zona esto incurriría en un delito muy grave y podría costarle al estudiante la expulsión del país. Después de la graduación En este aspecto también hay diferencias. Los estudiantes con visado J-1 han de volver a su país de origen y permanecer allí durante dos años mínimo antes de volver a solicitar un visado para entrar a los Estados Unidos. En el caso de los estudiantes con visado F-1, no existe tal obligación, y podrían solicitar un nuevo visado tras graduarse. Una de las opciones más comunes por la que optan aquellos graduados con visado F-1 es la de solicitar el visado H1-B. Este visado permite quedarse a trabajar en el país fuera del ámbito universitario. No obstante, la empresa o institución para la que se va a trabajar tiene que patrocinar al futuro trabajador. Es decir, de alguna manera tiene que justificar por qué está contratando a un trabajador extranjero en lugar de a un ciudadano americano. Por este motivo, este tipo de visado tiende a ser para aquellos trabajadores altamente cualificados. Por ejemplo, para personas que se dedican a la investigación en un ámbito determinado o para grandes empresas tecnológicas que buscan perfiles muy concretos.
Un artículo de Irati Hurtado Ruiz para CEXT