Un momento...
20/05/2016
Arquitectura, literatura, comunicación… En las épocas de bonanza se ha cometido un gran error: dejar de lado la Cultura. “El sector cultural tiene muchos subsectores y mucho futuro. Es más, se ha convertido en una de las claves para el desarrollo de países”. Esa es la opinión de Santiago Arroyo, presidente de la Fundación Iberoamericana de las Industrias Culturales y Creativas (FIBICC) y coordinador activo de CultUp, un Programa de Jóvenes bajo el paraguas de la Dirección General de Migraciones.
Arroyo fue protagonista el pasado miércoles de nuestro webinar de Emprendimiento Cultural en el extranjero. Durante ese encuentro virtual defendió una máxima: “La cultura hay que ponerla en valor y ofrecerla al mundo”. De hecho, confesó que la mayor parte de las propuestas que les llegan proceden de jóvenes creativos y realmente talentosos. Si no pudiste asistir al encuentro, este breve resumen es para ti:
CultUp nace en el año 2014 con el propósito de ofrecer apoyo y herramientas a los españoles que viven en el exterior y sueñan con desarrollar un proyecto cultural. En concreto, el programa está destinado a menores de 35 años. “Son ellos, los jóvenes, quienes necesitan más información y más recursos”, constató Arroyo, que presta desde FIBICC y desde este programa orientación, asesoramiento y formación –tanto online como presencial– en diferentes países de todos los rincones del Globo, en función de la demanda.
El asesoramiento sobre el terreno es clave. “Lo que hacemos es invitar a agentes, instituciones y gobiernos para que los jóvenes españoles puedan tener un contacto directo con ellos”. También impulsan el networking: “Conocer a gestores y creadores culturales de los países de origen permite a los españoles integrarse y darse a conocer”.
El programa de CultUp gira en torno a los cuatro ejes imprescindibles para que un proyecto tenga éxito:
Además, desde CultUp analizan y estudian cada caso de forma individual. «Nos adaptamos a cada proyecto porque todos son distintos. Las necesidades varían si queremos poner en marcha una pequeña galería de arte en Bélgica, iniciar una empresa de diseño en Santiago de Chile o una academia de español en Pekín». Arroyo puso en valor otro gran potencial de la Cultura: es un sector que conecta con otros sectores. El turismo es un buen ejemplo, pues «algunos lugares no se visitan si no tienen un atractivo cultural».
Un encuentro participativo
Algunas de las personas que estuvieron conectadas al webinar aprovecharon esta oportunidad para aclarar sus dudas. Se recibieron preguntas desde Irlanda, los Países Bajos e incluso desde China. Arroyo no solo respondió a estas cuestiones; también animó a los asistentes a inscribirse en la web de CultUp para conocer de cerca sus ideas y ofrecerles un asesoramiento personalizado y experto.
¿Cuánto tiempo se extiende este asesoramiento? «El que haga falta. Hay quien tan solo necesita tres horas para que le validemos un proyecto. Otros requieren un seguimiento de años», declaró el coordinador del programa. Además, los miembros de CultUp son los primeros interesados en llevar un seguimiento. Según Arroyo, «es gratificante ver cómo un proyecto que impulsamos sale adelante«. Para concluir, recordó:
La cultura está creciendo a pasos agigantados. Lo que se necesita ahora es cooperación. Tenemos que unirnos, coproducir y lanzar proyectos. El emprendimiento cultural se desarrolla a fuego lento.