Un momento...
24/01/2019
Si quieres trabajar en Nueva Zelanda, lo primero que tendrás que hacer es adaptar tu curriculum vitae al modelo ‘kiwi’, el modelo de las antípodas, un curriculum no muy diferente a lo que estamos acostumbrados en España. Es importante invertir tiempo en prepararlo y hacerlo de manera personalizada, ya que es nuestra carta de presentación. De él dependerá que nos llamen para tener una entrevista de trabajo, o simplemente lo arrojen al montón de “is unlikely to progress further”.
Todo curriculum debe incluir en la parte superior tu nombre y apellidos, teléfono de contacto y correo electrónico. Es opcional añadir además tu nacionalidad, fecha de nacimiento o una foto.
Lo cierto es que en el 90% de los CV no se incluye ni la nacionalidad, ni fotografía adjunta, a no ser que el empleador lo requiera detalladamente (para algún puesto cara al público, por ejemplo). Esto es así para evitar cualquier tipo de discriminación.
Escribe un pequeño párrafo donde cuentes quién eres, en qué momento profesional estás y qué buscas. Es un buen lugar para especificar el tipo de visado que tienes.
Aquí debes escribir las habilidades que posees y te definen en relación al puesto que estás solicitando en ese momento. Es aconsejable que, aunque te lleve algo más de tiempo, lo personalices para las diferentes ofertas de trabajo
Una vez ya hayas completado tus datos de contacto, puedes elegir cómo quieres estructurar la información dependiendo de tu experiencia:
-Modelo cronológico inverso: Este modelo es el más familiar para nosotros. Se trata de plasmar tu experiencia como el propio nombre indica según la cronología de los trabajos empezando por el más reciente. Este modelo es adecuado para aquellas personas que tengáis bastante experiencia.
-Modelo funcional: En este modelo lo que deberás resaltar son tus habilidades, no tanto la permanencia en la empresa sino las funciones que has tenido en ella. Este currículum es perfecto para aquellos que estáis buscando vuestro primer empleo.
-Mixto: Podríamos decir que este modelo es el más completo. Es una combinación de los dos modelos antes descritos, donde muestras tu historia profesional al igual que tus habilidades y logros conseguidos.
Este apartado dependerá del tipo de trabajo que estés solicitando. Si se trata de un trabajo temporal, no será necesario. Si lo que buscas es un trabajo estable, sí que es bueno destacar tus estudios y formación en el sector.
Puede que no parezca un apartado muy importante, pero en Nueva Zelanda lo es. En este país podrían llegar a decantarse por una persona por sus intereses (suponiendo que solo quedan un par de candidatos con un curriculum similar), ya que piensan que es alguien con el que van a pasar muchas horas y que por tanto es mejor tener intereses comunes.
Cuidado con este apartado, porque aquí sí que llaman a los contactos para solicitar información del candidato. Normalmente piden ‘kiwi referees’, por lo que es difícil que llamen a España. Esto lo hacen para tener una opinión sobre la persona que van a contratar.
Por último, además de estos apartados es importante cuidar el idioma, evitando faltas de ortografía. También puedes ayudarte de una herramienta que el gobierno neozelandés facilita gratuitamente para poder construir tu currículum kiwi. ¡A por ello!
Un artículo de Mercedes Huesca para CEXT