Un momento...
22/10/2020
Hasta ahora, hemos visto el teletrabajo como una herramienta útil cuando la pandemia no nos permitía ir a las oficinas o incluso, cuando no podíamos equilibrar trabajo y familia. Pero, ¿hasta qué punto se beneficia el empleado del teletrabajo?
En este artículo ofrecemos al lector una serie de riesgos que el teletrabajo impone:
Aquí observamos dos caras de la misma moneda. Por una parte, el empleado puede esperar que su horario sea el mismo. De esta manera, si termina a las 6 de la tarde, tendría que apagar el ordenador a esa misma hora. No obstante, la empresa puede esperar que este sea más flexible en sus horarios debido a que se encuentra en la comodidad de su casa.
Podrá ser fácil levantarte de la cama y asistir al trabajo sin tener que mover un dedo. No obstante, no deja de ser una barrera comunicativa. La empresa deberá promover una comunicación efectiva entre el equipo ante todo. Y aún así, esto no dejaría de ser un obstáculo para el teletrabajador, puesto que al no salir de su casa, no mantiene el mismo código social con sus compañeros, ni tampoco la misma cercanía.
Tanto el aislamiento social como el hecho de tener la oficina en casa, podría ocasionar o bien, un dificultades al psicosociales o una adicción al trabajo. Si antes el empleado se pasaba horas en la oficina, ahora le será mucho más difícil desconectar, puesto que esta se encuentra en su escritorio.
empleo
Es cierto que las empresas puedan esperar esa "flexibilidad" pero aun así, no hay que "abusar" de esta modalidad de trabajo. Ya que se tiene un contrato de trabajo de X horas y hay que saber definir el horario laboral. El teletrabajo está orientado a facilitar la vida de los empleados, sin por ello, que salgan perjudicados.