Gastronomía

Lisboa (Portugal)

Las bebidas portuguesas, para todos los gustos

28/03/2018

Las bebidas portuguesas, para todos los gustos

Ya aprendimos lo bien que se come en Portugal; qué mejor que aprender con qué acompañar cada bocado en un viaje que nos llevará del café a los licores locales.

Portugal es junto a Italia, el mejor país para degustar café dentro de Europa. Aquí se aúnan la tradición brasileña y la africana con frutos traídos de Timor, Angola o Mozambique.

El café llegó a Portugal a comienzos del siglo XX, y desde entonces ha ganado tanta presencia que hay infinitas formas de pedirlo: bica (expresso), meia de leite (café con leche), pingado (cortado), cheio(largo), galão(café con leche grande), carioca (diluido)…

Además, también existe una gran tradición de tés e infusiones, hasta el punto de que fue una portuguesa la que introdujo el té en el mundo anglosajón. Esto, claro está, se debe a la presencia de Portugal en Asia, con su colonia en Macao.

Aunque el café y el té sean dos grandes bazas de Portugal, también lo son sus licores únicos. El más conocido, la ginja, consiste en un aguardiente de guindas, y algunas de las tiendas originales que lo sirven en Lisboa (es tradicional tomarse un chupito o ginjinha) datan del siglo XIX. ¿Dónde tomarlo? A Ginjinha, Ginjinha Sem Rival y A Severa. Ojo, el suelo alrededor de estos barecillos está pegajoso del licor derramado por los miles de clientes.

Otro delicioso licor portugués es la amêndoa amarga o amarguinha. Parecido al amaretto italiano, este licor de almendras extrae el auténtico sabor de la almendra cruda, aunque para rebajar su dulzor hay quien lo toma con hielo y limón. Otro licor digestivo 100% portugués es el licor beirão, en este caso de hierbas y semillas aromáticas como eucalipto, canela o romero, original de Beira.

Aunque si por algo puede sentir orgullo Portugal es por sus vinos. Para un país tan pequeño, la variedad es inmensa, desde los intensos vinos alentejanos, el perfecto equilibrio de los vinos setubalenses o los caldos más suaves de la región del Douro (nuestro Duero, para entendernos). Punto aparte merecen el cacareado vinho verde, una suerte de alvariño exclusivo de la región de Minho, llamado así porque la uva se recolecta cuando aún no está madura, o vinos más licorosos como el moscatel de Setúbal y Favaios, el vino de Madeira o el oporto. La producción de la mayoría de estos vinos se hace con cepas portuguesas, ya que existen hasta 500 variedades como la Touriga Nacional.

Por supuesto, los portugueses también adoran la cerveza, y más allá de modas recientes sobre cerveza artesana y pequeños productores, podemos distinguir dos grandes marcas, Sagres, de Lisboa, y Superbock, de Oporto. ¿Cuál es la mejor? Según donde preguntes, pero no es aconsejable pedir una Sagres en Oporto o una Superbock en Lisboa…

Ya he mencionado los archipiélagos portugueses, pues de las islas también llegan productos típicos y únicos. Cabría destacar la poncha, una especie de aguardiente con azúcar de caña y limón o naranja; es tan popular que se encuentra en cualquier supermercado portugués.

Los amantes de la fiesta deben saber que Portugal es además un país donde beber es muy barato, especialmente en las zonas de bares, como Bairro Alto o Cais de Sodré en Lisboa, donde la infinidad de cócteles puede dar lugar a resacas de aúpa.

Por cierto, dos fórmulas para un brindis: A nossa! o Saúde!

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