En la cadena de restaurantes La Esperanza de los Ascurra de Buenos Aires, la milanesa y la pizza porteña dan un paso al costado para que las más típicas tapas madrileñas sean degustadas por aquellos que quieran probar un poco de la capital española. Croquetas, boquerones en vinagre, huevos rotos, tortilla de patata, gambas al ajillo y el bocadillo de calamares serán los imperdibles en estos establecimientos.

La historia empezó hace 7 años, cuando el argentino Martín Beraldi, de abuelos españoles, quiso crear un espacio madrileño en Buenos Aires. Tras una serie de viajes al país europeo y tras lo aprendido en su propia casa, donde se crió inmerso en la gastronomía española, se decidió y abrió estos locales con el apellido de su abuelo: Azcurra (que quedaría registrado erróneamente en los archivos como Ascurra).

Los argentinos todavía no se acostumbran a quedarse de pie en la barra mientras comen, reconoce Beraldi, pero sí se adaptaron a la cerveza tirada. Por si acaso, ofrecen provoleta (queso fundido) y milanesas, aunque ellos mismos intentan convencer a sus clientes para que opten por el tapeo español.

Hasta ahora tienen tres locales (dos en la capital y uno a las afueras) y no dudan en seguir adelante, confiados en su éxito. Los argentinos que van pueden conocer un poco de la gastronomía española y los madrileños que fueron se sintieron “como en casa”, asegura casi a modo de invitación el impulsor de este negocio. Los curiosos que vayan no encontrarán vino español pero sí un muy buen ambiente para viajar miles de kilómetros sin darse cuenta con apenas unas tapas. Eso sí, los precios son más adecuados para quien cobra en euros y no para los que cobran en pesos argentinos.

IMAGEN: fuente propia

Un artículo de Carlota Ciudad para CEXT