Formación

Chicago (Estados Unidos)

Las hermandades estudiantiles y las sociedades de honor

16/10/2018

Probablemente hayas oído hablar sobre las hermandades estudiantiles americanas o, incluso, las hayas visto escenificadas en las películas de Hollywood. Sin duda son uno de los elementos más característicos de la vida universitaria en Estados Unidos. ¿Quieres saber más sobre este tipo de asociaciones? ¡Sigue leyendo!

 

 

 

¿Qué son y cuántas hay?

Es importante saber que existen dos tipos de hermandades: las fraternidades, que son solamente para chicos, y las sororidades, exclusivamente para chicas. En los últimos años han surgido algunas que son mixtas, pero se trata de una pequeña minoría y ninguna de ellas está reconocida a nivel nacional. Todas las hermandades tienen un nombre que se compone de una combinación de letras griegas, de ahí que a sus miembros se les diga que llevan una «Greek life» (vida griega).

Cada universidad cuenta con un número determinado de hermandades –existe una lista oficial con sus nombres–, que depende de lo grande que sea el campus. Muchas de estas asociaciones son fáciles de reconocer porque tienen casa propia, en la que unos 30 o 40 miembros conviven cada año, para así conocerse mejor y llevar una vida más familiar.

¿Para qué sirven?

Además de las famosas fiestas que se representan en los medios de comunicación y en el cine, cada hermandad defiende unos principios y valores concretos y realiza actividades o eventos en base a ellos. Las hay centradas en el ámbito social y otras en el académico. Muchas de ellas obligan a sus miembros a realizar servicio comunitario, a hacer voluntariado o a recaudar fondos con algún fin filantrópico.

¿Cuál es el proceso de admisión y cuánto cuesta?

A comienzos del año académico, los miembros de las hermandades se dedican a reclutar nuevos asociados. Si alguien está interesado en formar parte de ellas, tendrá que rellenar una solicitud y esperar a que le ofrezcan una plaza. Se valora el currículum, el expediente académico o las dotes de liderazgo y trabajo en grupo de cada estudiante que aspira a ser miembro.

Tras aceptar la oferta, el estudiante tendrá que pasar por una fase de adaptación en la que debe asistir a reuniones informativas, colaborar en eventos y conocer la historia de la hermandad.

Pertenecer a una hermandad requiere también de un desembolso económico, pues los miembros están obligados a pagar unas tasas semestrales, costear los eventos que se organizan, llevar vestimenta de la hermandad en algunas ocasiones y, en caso de tener alojamiento en el campus, pagar el correspondiente alquiler. El precio total varía de universidad en universidad, pero suele suponer una media de unos 3.000 dólares al semestre.

¿Pueden los estudiantes internacionales formar parte?

Los estudiantes internacionales sí pueden formar parte de una hermandad. En este sentido, son considerados como estudiantes americanos, por lo que también tendrían que pasar por el proceso de admisión y la etapa de adaptación. El único problema es que si el estudiante no tiene pensado estar mucho tiempo en la universidad (por ejemplo, si solo está de intercambio durante un semestre o un año académico), es muy poco probable que sea seleccionado.

¿Qué diferencia existe entre las hermandades y las sociedades de honor?

Las sociedades de honor son otro tipo de asociaciones de estudiantes que se encuentran en los campus americanos. También su nombre es escrito con letras griegas. Sin embargo, las sociedades de honor sirven únicamente para reconocer el éxito académico.

Para poder ser miembro, el estudiante tiene que cumplir unos requisitos estrictamente académicos (por ejemplo, mantener una determinada nota media). Además, son las mismas sociedades de honor las que invitan al estudiante a formar parte de ellas.

Otra diferencia con respecto a las hermandades, es que las sociedades de honor no tienen alojamiento en el campus. Únicamente ofrecen recursos a la hora de continuar con los estudios o encontrar trabajo, como por ejemplo ofreciendo becas o asesoría laboral, entre otras acciones. Igualmente, el pertenecer a una de estas asociaciones conlleva el pago de unas tasas anuales.

Ahora que ya conoces el funcionamiento de estas asociaciones universitarias, ¿te gustaría formar parte de ellas?

 

Un artículo de Irati Hurtado Ruiz para CEXT

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