Un momento...
21/12/2018
¿Estás estudiando tu último año de un grado en ciencias o ingeniería o estás haciendo el doctorado? ¿Te gustaría trabajar un año en Japón? ¡Entonces sigue leyendo porque esta oportunidad es para ti!
El Centro de Cooperación Industrial UE-Japón acaba de abrir la convocatoria 2019/2020 de las becas Vulcanus para estudiantes de doctorado o último año de carrera que deseen hacer prácticas de trabajo en el país del sol naciente.
Desde CEXT hemos escrito varios artículos sobre la vida y el trabajo en Japón y sabemos que es una experiencia única tanto personal como profesionalmente. Por ello aquí te explicamos todos los detalles.
¿En qué consisten las becas?
Concedidas por el Centro de Cooperación industrial UE-Japón desde 1997, las becas Vulcanus están co-financiadas por la propia empresa japonesa donde se realizan las prácticas.
El programa de las becas Vulcanus tiene una duración total de un año –la convocatoria 2019/2020 comienza en septiembre de 2019 y finaliza en agosto de 2020– e incluye:
Además, la beca proporciona alojamiento gratuito y más de 14.800 euros destinados para el viaje y los gastos de manutención.
¿Qué requisitos hay que cumplir?
Aunque el rango de edad para aquellos que consiguen la beca suele ser entre 22 y 29 años, no hay ningún límite de edad ni un número de plazas determinado. Los únicos requisitos son:
Por otro lado, en el proceso de selección también se valora el expediente académico, las referencias, el nivel de inglés y la motivación, así como la habilidad para adaptarse a otra cultura y la actitud ante las relaciones entre la Unión Europea y Japón.
¿Cómo se solicita?
Para solicitar la beca tenéis que descargaros una serie de documentos que encontraréis en la parte derecha de la web oficial, donde además encontraréis en inglés toda la información referente a las becas.
La fecha límite para solicitarlas es el 20 de enero de 2019 y desde CEXT os deseamos mucha suerte en esta oportunidad que sin duda os hará crecer y mejorar vuestro currículum.
IMAGEN: Fuente propia
Un artículo de Elena Martín para CEXT