Un momento...
02/05/2018
Si estás leyendo esto, seguramente eres un amante de los idiomas o estás en proceso de serlo. Como estudiante de mi tercera lengua extranjera, que es nada más y nada menos que el japonés, quiero compartir contigo mis 9 trucos para aprender idiomas:
Así la relacionarás directamente en el contexto en el que la utilizarás. Por ejemplo, para “to withdraw (retirar, sacar)”, escribo: “I withdraw money from the ATM (saco dinero del cajero automático)”.
Póntelas en el idioma que estés estudiando con los subtítulos en español o en otro idioma que domines. Poco a poco, ¡no necesitarás los subtítulos!
Personalmente, recomiendo la aplicación gratuita para móviles Quizlet. Con ella puedes crear ‘flashcards’ con el vocabulario que estés aprendiendo y comenzar el modo ‘estudio’ en cualquier momento. Yo lo uso el tren, el autobús, etc.
No es broma, ¡el cartel que tenemos en la puerta del baño es de lo más útil que he visto! Otra opción es etiquetar cosas, objetos que tengas por casa con sus nombres en el idioma correspondiente o con expresiones relacionadas con ellos.
Inténtalo (en caso de que normalmente habléis en otro idioma común), aunque sea solo a través de Whatsapp o similares.
¡Así las redes sociales se convertirán en tu herramienta de estudio!
Nunca cotillear estuvo tan permitido. Presta atención a lo que escuches y leas a tu alrededor. Siempre hay palabras que se usan más que otras, ¡y así podrás aprenderlas de una manera más natural!
No necesitas tanto tiempo, aunque sean tres frases al día, ¡merece mucho la pena! He visto estudiantes de español mejorar muchísimo al escribir una vez a la semana.
Si nos enfrentamos a un idioma con negatividad, no avanzaremos. Tenemos que pensar que podemos con ello: si hemos conseguido dominar el español, ¿por qué el otro iba a ser más difícil? Simplemente requiere tiempo y ganas. Así que… ¡Ánimo!
Te invito a poner en práctica todos estos trucos y recordarte que no hay nada imposible. Como ves, existen muchas opciones muy económicas para convertirte en un políglota.
IMAGEN: Fuente propia
Un artículo de Elena Martín para CEXT