Experiencias

En todas partes (En todas partes)

Rafa González: “El compartir es una barrera menos para el que entra luego”

27/02/2014

“Hay partes negativas en todas las experiencias, y positivas también”. Así comenzaba mi entrevista con un chico sociable, luchador y buen amigo de sus amigos. Son algunos de los calificativos con los que podría describir a Rafael González Acuña, Rafa para sus amigos, un joven programador de robótica industrial actualmente en paro.

A sus 25 años, Rafa ha trabajado ya en fábricas automovilísticas de diferentes ciudades españolas, en República Checa y en Alemania. Experiencias con momentos difíciles que como él dice, “hace que te pienses mucho las cosas”.

CEXT- ¿Cómo fue tu experiencia en Mlada Borislav (República Checa)?

Rafa- Antes de irme me dijeron que iba a compartir piso con tres compañeros más, que iba a tener un coche de alquiler para poder ir a trabajar a la fábrica. Al llegar, mis compañeros que ya estaban allí sí tenían piso, pero los que llegamos no teníamos ni piso, ni coche de alquiler ni nada. Todo lo contrario. Eso es lo que yo había tratado con uno de mis socios. Al ver que nada cuadraba se lo dije al encargado. “¿Y el piso? ¿Y el coche?” El me dijo: “No, no. De momento no hay piso. Hay que buscarlo”. Pensé, “Bueno, será cuestión de tiempo. No pasa nada. Oye, surgiría un imprevisto o lo que sea”. Y nada, estuvimos de hostal en hostal y de hotel en hotel, cinco días. Imagínate el marrón que es llevar el maletón y no poder sacar nada porque lo que hacías cuando llegabas de trabajar 12 horas es darte una ducha, cambiarte la ropa interior e irte a otro hotel. No teníamos ni Internet para decirles a nuestras familias que estábamos bien. No terminó bien.

CEXT- También estuviste más tarde en Alemania, ¿cómo llegaste allí?

Rafa- Un día vi una oferta de trabajo publicada en un portal de Internet y me inscribí. Me llamaron, hice una entrevista y me dijeron que me iba para Alemania. Allá me fui. Sin saber alemán pero como con el inglés no tengo problema, aunque no sea un experto… y dije, sin problema ninguno. Total con los robots no hay que hablar en inglés, ni en alemán, ni en nada… Estuve 3 meses en época de invierno en una ciudad cerca de Leipzig trabajando para Volkswagen.

Acabamos el trabajo y me vine para España a programar robots de modo virtual desde un ordenador. Desde la sede. Pero se acabó el trabajo y me dijeron que me tenían que echar un tiempo y que si tenían más trabajo más adelante ya me cogerían.

CEXT- ¿Si volvieran a ofrecerte un trabajo fuera de España te irías?

Rafa- Depende de las condiciones. Ahora aprendí la lección. Una cosa es que te prometan el oro y el moro y otra es que luego llegues allí y te veas como un trabajador explotado. Más de uno se lo pensaría mucho. Pero sí, está claro que cuando aquí no puedes hacer nada más tienes que irte fuera. Pero yo considero que todavía no he gastado todos mis cartuchos aquí, que puedo buscar algo por aquí, por lo menos mientras mi pareja no acabe la carrera. Me gustaría buscar un poco de estabilidad emocional y familiar. Yo cuando estaba en Alemania lo pasaba muy mal en ciertos momentos del día, es muy jodido.

CEXT- ¿Qué es lo más complicado para adaptarse a un país que no conoces?

Rafa- El idioma y la cultura son muy importantes. En la zona en la que yo estaba el inglés no te valía para nada. Te valía en la fábrica sólo con los encargados y alguna que otra persona joven en alguna tienda o supermercado. Pero en general no. Era tanto alemán que cuando escuchabas inglés era como un oasis, en serio. Iba en el coche, ponía la radio…las noticias en alemán, y de repente, música en inglés, ¡aaaah..! Entendías todo “Stil loving you…” [cantando]. Afinas el oído, es curioso. Todo se aprende y todo se puede. Yo en tres meses chapurreaba alemán sin tener ni idea. Hablas como un indio pero te basta para tirar para adelante y al final haces amistades. Yo creo que lo mejor cuando te vas fuera es abrirte a los demás, intentar ser tú mismo y hacer amistades. Si tú eres simpático, trabajador, buena gente… en cualquier parte del mundo vas a conocer buena gente. De hecho hice amigos alemanes y me queda pena no poder compartir con ellos más momentos.

CEXT- ¿Había muchos españoles jóvenes como tú allí también?

Rafa- Sí, había españoles que ya llevaban allí un año. Y se nota. En el idioma había muchos que eran muy pasotas pero ellos sabían el dónde, cómo y cuando. Es el hecho de…¿no tienes lavadora en casa? Aquí hay una lavandería muy barata. ¿No tienes piso? Porque eso es un gran problema, el dónde vivir… hay mucho sitios que te ponen muchas restricciones si no tienes contrato, que te imponen muchos requisitos. Los españoles siempre se van diciendo los pequeños trucos unos a otros. El compartir es una barrera menos para el que entra luego, y eso está muy bien.

CEXT- ¿Si te hubieran alargado el contrato un año más qué hubieras hecho?

Rafa- Uuf… si tuviera un contrato decente, me hubiera quedado allí de cabeza. Siendo realista si. Así fue como se quedaron varios españoles. Muchos españoles se quedan no porque les ofrezcan cosas de otro mundo, pero son mejores que las que hay en España. Al final si creas el hábito y empiezas a asentarte, luego no vuelves. Empiezas a entablar vínculos, coges esas comodidades y te quedas en el país. Eso tarde o temprano te ata. Yo tenía ese miedo, de verdad. Yo tenía ese miedo. Hace que te pienses mucho las cosas.

 

Una entrevista de Lucía Campo para CEXT

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