Experiencias

Lisboa (Portugal)

Nuria Torres: «Ahora siento que quiero estar cerca de los míos, quizás redescubrir mi tierra»

15/01/2019

Nuria Torres regresa, tras una década de idas y venidas, a la Granada donde arrancó su aventura en la universidad. Esta gaditana ha estado en los últimos años en el Caribe, en la India y hasta en las Highlands compaginando su labor como profesora e intérprete de lengua de signos con un espíritu aventurero. Pero mejor que nos cuente ella sobre sus años en el extranjero y por qué ha decidido volver.

CEXT – Lo primero que sorprende es que mientras estudiabas Traducción, también hiciste un módulo de lengua de signos. ¿Qué puertas te ha abierto tu formación?

 Nuria – Siempre me he sentido atraída por el mundo de los idiomas, las diversas culturas y formas de ver el mundo. Esto me ha permitido viajar y trabajar en diferentes partes, unas experiencias únicas que guardo en mi mochila de aprendizajes como un tesoro. La primera vez que viví en Francia fue en 2006, cuando viví la experiencia Erasmus, un año que cambió mi vida. Allí empecé a interesarme por la lengua de signos, y donde descubrí que en absoluto se trata de un idioma universal. Así que decidí estudiarlo una vez que volviera a Granada.

CEXT – Como muchos españoles, tras la etapa universitaria te decidiste por el auxiliar de conversación. ¿Qué te hizo decidirte por Guadeloupe, en las Antillas?

Nuria – Considero que los departamentos de ultramar franceses son territorios muy desconocidos incluso para estudiantes de esta lengua. Prefería vivir en otro lugar perteneciente al territorio francés pero diferente a la Francia metropolitana. Después de mucha perseverancia y movimiento de papeles, pude cambiar el destino con otra compañera y mudarme al idílico Caribe.

CEXT – Parece que la experiencia fue buena, pues te quedaste un año más enseñando español. ¿Qué destacarías de la vida en Guadaloupe?

Nuria – Guadalupe (Gwada) es una isla realmente paradisíaca. Playas de arena blanca, arrecifes de coral, islotes en medio de la nada y una buena demanda de profesores de español. Está situada cerca de muchos países de habla hispana y en general, a los guadalupeños les gusta nuestra cultura. Son personas muy tranquilas, a las que les gusta disfrutar de su tiempo libre, de su música y sus bailes (gwoka).

CEXT – Después regresaste a Olvera, a Cádiz, pero pronto decidiste que tenías que volver a poner tierra de por medio y te fuiste a India, ¿por qué este país?

Nuria – Después de 2 años de bastante tranquilidad en la isla y otro más en España, sentía que debía volar otra vez. Esta vez a un país que me pusiera del revés. Deseé tanto querer aprender algo nuevo cada día que se cumplió con creces. Aunque parezca tópico, India ha cambiado mi vida. Es un país que te enseña a valorar todo tu alrededor continuamente, a simplemente sentirte afortunada por el aire que respiras.

CEXT – ¿Cómo era tu día a día allí?

Nuria – ¡Una locura! Vivía en la enorme Mumbai. Allí el ritmo es muy acelerado para todo, justo lo contrario que en Guadalupe. Empezaba el día yendo a una clase de yoga en el mercado de Colaba, luego a comprar verduras y zumos para el desayuno alegrándome la mañana con las sonrisas siempre agradables de mis vecinos. Después de desayunar, me daba la primera ducha del día (llegué a ducharme 3 veces al día, pues el calor es asfixiante) y cogía el autobús para ir al trabajo. Un autobús sin puerta, con boquetes en el suelo y una media de 7 personas sentadas en dos asientos… En la escuela teníamos un ambiente maravilloso, de pequeña familia. Al salir, normalmente iba directa a casa o tomaba alguna cerveza con algún snack indio. En vacaciones, viajábamos para conocer los diferentes rincones del inmenso país de los colores, los olores y las sonrisas.

CEXT – Después de una experiencia tan intensa, sentías que querías volver a Granada, ¿echabas de menos la ciudad o España?

Nuria – Echaba de menos la calidad de vida que tenemos aquí en general. La naturaleza, el silencio, montañas, ríos, una tapa en una terraza, un té contemplando la Sierra… Y bueno, Granada es la única ciudad de la que me fui queriendo regresar, y es todo un reto, pues me considero una persona bastante inquieta, siempre con sed de nuevos lugares y aprendizajes. Ahora siento que quiero estar cerca de los míos, quizás redescubrir mi tierra, simplemente valorando y disfrutando el presente, que no es poco.

CEXT – Para desquitarte, un mes como mochilera en las Highlands y encuentras trabajo en Granada. ¿Qué te depara el futuro?

Nuria – Espero que muchas escapadas a la montaña, paz, armonía, belleza, aprendizajes continuos y por supuesto, muchos viajes para seguir descubriendo otras formas de sentir la vida.

Una entrevista de Jose Alberto Arias para CEXT

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